Comienzan las rebajas y, con ello, el optimismo del pequeño comercio. Se prevé que la campaña de verano comience con un incremento considerable de las ventas. Por lo menos así lo asegura la Confederación Española de Comercio. El pequeño comercio ve así una opción de remontar la campaña de primavera-verano.
Según la estimación realizada por la Confederación Española de Comercio, el incremento en las ventas no será superior al 3% interanual. Pero, aun con todo esto, los comerciantes se muestran bastante optimistas de cara al periodo de rebajas. En este sentido, esperan que la campaña les sirva para superar los datos irregulares de la de primavera-verano. Esta ha sido bastante negativa debido a la inestabilidad política y el clima adverso.
Falta de regulación y difícil competitividad
Sin embargo, desde la Confederación denuncian que el periodo de rebajas se mantiene por tradición. No existe una regulación sobre este periodo y esto provoca que se haya convertido en un periodo de descuentos más. Además, cada comercio puede comenzarlas y terminarlas cuando considere y realizar los descuentos que considere oportunos.
Denuncian también que las grandes firmas se adelantan a la fecha de inicio, “sin ningún tipo de regla”. Esto perjudica gravemente a los pequeños y medianos comerciantes, ya que los obliga a competir como pueden y claramente en desigualdad.
Es más, según el vicepresidente de la CEC, Pedro Campo, la situación se encuentra en un punto en el que es mucho más complicado encontrar un producto sin descuento que con él. Sin embargo, al pequeño comercio se le hace muy complicado mantener los descuentos durante todo el año. Por eso, los que realizan en los meses de verano “no son tan espectaculares como los de hace unos años, con el perjuicio final para el consumidor”.
Protección para el consumidor
Por otro lado, desde el colectivo y la Confederación creen necesario volver a la regulación de 2012. Esto implica regular los periodos de rebajas. La falta de regulación hace que exista una “desprotección” en el consumidor. Por eso, creen que se debería garantizar que las rebajas de todos los comercios cumplan con ciertas garantías.
Por ejemplo, que los productos que encuentran rebajados hayan estado previamente a la venta, y no que se ponga mercancía únicamente para este periodo. Además, los productos deberían estar debidamente etiquetados, es decir, contener el precio anterior y el nuevo.