La mayoría (más del 80%) de los autónomos cotizan por la base mínima. Es la manera más sencilla de abaratar costes y pagar una cuota menor cada mes. Además, para facilitar el ahorro a los autónomos con actividades más estacionales, la Ley de reformas urgentes del trabajo aprobó la posibilidad de cambiar el tipo de cotización hasta cuatro veces al año. Además, es posible hacerlo por el tramo que cada uno quiera, siempre que se parta de la base mínima, que actualmente está fijada en 944,4 euros.
Sin embargo, la cuota mínima también fija la jubilación. Es decir, en función de la base de cotización del autónomo, se fijará la cuantía de la pensión de jubilación. Cuanto menor sea la cuota, menor será su jubilación. Pero es cierto que, de la misma manera que se puede cambiar la base cuatro veces al año, también se puede modificar según se acerque la fecha de jubilación para tener una menor pensión. Pero, ¿cuándo se debe hacer? ¿con qué ingresos? ¿a qué edad?
2.000 euros al mes o 42 años de edad
Según aseguran desde la gestoría online Sapientia, la base de cotización del autónomo se debe aumentar en el momento en que se facture más de 2.000 euros al mes. Según los expertos, esta cantidad garantiza una buena jubilación y son ingresos suficientes para poder pagar la cuota y seguir teniendo un “salario” digno.
Por otro lado, se debe tener presente que la Seguridad Social sólo contabiliza los últimos 21 años que se hayan cotizado. Es por ello que la edad es también un factor importante a considerar. Desde la gestoría ponen la línea en los 42 años. Así, desde ese momento, la base de cotización del autónomo aumenta y llega a la edad de jubilación con los últimos años cotizando por una base superior. Es decir, garantizándose una mejor pensión.
Para poder modificar la base de cotización del autónomo se debe acudir físicamente a una oficina de la Seguridad Social. Otra posibilidad es hacerlo a través de la vía telemática. En la propia web de la Seguridad Social, teniendo, eso sí, certificado digital o sistema Cl@ve.