El número de trabajadores autónomos ha sufrido un descenso de 55.700 a lo largo del primer trimestre. Cifra muy llamativa si la comparamos con el descenso que hubo en el mismo periodo de 2021, cuando el descenso fue de muy lejos del 12.300. De los autónomos perdidos este año, 14.500 eran autónomos empleadores, 25.600 empresarios sin asalariados y 15.600 autónomos en ayuda familiar. Así lo ha indicado la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) según la Encuesta de Población Activa (EPA).
No solo a nivel de autónomos, en España la situación laboral aún está por mejorar. A diferencia del año pasado, cuando el paro descendió, este año ha aumentado en 70.900 personas. Se han destruido 100.200 empleos.
Lorenzo Amor, el presidente de ATA ha mostrado su preocupación al respecto. “Este año se han perdido cinco veces más de autónomos que en 2021. Es un dato realmente preocupante. Y todos estos datos, ponen de manifiesto cómo en temas de empleo aún hay mucho de lo que hablar. Si bien en el último año el RETA logra sumar 62.400 autónomos, la situación de incertidumbre provocada por la invasión de Ucrania, la elevada inflación, el incremento de los costes energéticos… está pasando factura a los autónomos, que se refleja tanto en los datos de Seguridad Social como en la EPA. Por ello, ahora más que nunca es necesaria mucha prudencia, gran parte de los autónomos aún no se ha recuperado de los niveles que tendría prepandemia y con una inflación que no está sino agravando su ya durísima situación”.
Efectos de la inflación en los autónomos
La subida de los costes asociados a los autónomos como son la luz o los carburantes afecta negativamente a su economía y a la recuperación que aún no logran. La inflación en abril se ha situado en la inflación, que se situó en abril en el 8,4%, algo inferior al 9,8% del mes de marzo.
Al respecto, Lorenzo Amor ha declarado que “aunque el dato adelantado de inflación que hemos conocido hemos visto una reducción de esta del 1,4%, sigue siendo una inflación muy alta y, sin duda, es muy preocupante que la inflación subyacente haya subido un punto en el último mes, hasta el 4,4%, su nivel más alto desde 1995. Hay que poner en marcha medidas que ayuden al tejido empresarial a aliviar esta situación”.