La gestión es una cuestión fundamental tanto para autónomos como para pymes. Si la gestión no es adecuada, es tan determinante que puede terminar provocando el fracaso de la empresa. Es por ello que es recomendable que las pymes cuenten con una serie de conocimientos que les afecta directamente: un pequeño acercamiento a sus posibles clientes, conocer la emisión y el flujo de caja, emitir las facturas en los plazos establecidos, disponer de una previsión del flujo de caja e incluso contar con alguna que otra alternativa financiera.
Por todo ello, uno de los principales consejos que deben seguir las pymes es conocer la situación financiera de sus posibles clientes antes de comenzar a suministrarles servicios. Así se pueden establecer los plazos de pago. También es la mejor forma de conocer los riesgos que conlleva trabajar con un determinado cliente antes de entablar una relación profesional.
Aceleración de los pagos a través de la digitalización
Según Eduardo Merino, consultor de Negocio de Sage XRT en España, tanto la emisión como el plazo de los pagos, son cuestiones fundamentales antes de comenzar cualquier cambio. Un pago inmediato de los bienes y servicios hará disminuir los posibles problemas de tesorería. Entre los factores que pueden determinar la rapidez en los pagos, ofrecer incentivos para reducir los plazos o adoptar soluciones que ayuden a facilitar el pago. Así mismo, es preciso evitar algunas formas de pago más antiguas, que provocan más retrasos generalmente. Sin embargo, en cuanto a velocidad, el pago digital suele ser el más ágil.
Sin embargo, el pago digital no es el único paso importante que se puede dar. Existen numerosas herramientas para lograr una gestión eficiente de los pagos. Los programas de gestión en la nube hacen que sean mucho más simples la emisión y pago de facturas.
Como consejo, Merino recomienda premiar a los clientes que pagan pronto. Además, es recomendable mantener actualizadas las cuentas de tesorería que ayuden a reflejar el rendimiento de la empresa. Eso permite tener un mayor control de los movimientos de efectivo y hacer previsiones más realistas sobre los recursos.
Además, es aconsejable financiar siempre teniendo en cuenta las necesidades y capacidades de pago.