Las empresas españolas encaran 2024 con mayor optimismo la evolución de sus negocios sobre las empresas europeas según recoge la Encuesta de Perspectivas Empresariales 2024, elaborada por la Cámara de Comercio de España en colaboración con Eurocámaras.
Este informe se ha obtenido de la encuesta realizada a 2.098 empresas nacionales sobre un total de 43.000 participantes en toda Europa. En esta recopilación los optimistas superan a los pesimistas en 16,6 puntos porcentuales. Esta cifra se encuentra por encima de la media de la UE (saldo de 3,7) y de la Zona euro (3,2).
¿En qué variables destacan las empresas españolas?
Las compañías españolas encaran 2024 con perspectivas positivas en todas las variables analizadas (las ventas nacionales, la exportación, el empleo y la inversión). Destacando especialmente las expectativas en lo referente a las exportaciones, con un saldo positivo de 35,2 puntos frente a los 4,3 de la media europea.
Las empresas españolas también destacan en las ventas nacionales, con un saldo favorable de 21,2 puntos frente a los 7 de la media europea. Y en el ámbito del empleo y la inversión, el optimismo se modera, 4,3 puntos y 5,8, respectivamente.
Los condicionantes de la actividad empresarial en 2024
La encuesta realizada por la Cámara de Comercio de España analiza también la opinión de las empresas españolas sobre los condicionantes de su actividad en 2024. Un 66,6% de las empresas señala en primer lugar los costes laborales, muy por encima de la media europea (39,1%). Seguida de la escasez de personal cualificado, considerada en España como un factor que condiciona la actividad de cara a este nuevo año para el 42,6% de las empresas, cifra también superior al 36,5% de la media europea.
Otro de los condicionantes para la actividad empresarial de las empresas españolas son los obstáculos del precio de la energía y las materias primas. Aunque este condicionante preocupa más a las empresas europeas con un 42,9% frente al 37,4% en España. Además, esta preocupación es menor que el año 2023, cuando un 62,2% de las compañías lo consideraba un condicionante para su actividad.