Seguramente hayas escuchado más de una vez aquello de: los autónomos nunca se ponen enfermos. Se han hecho hasta estudios del ADN de los trabajadores por cuenta propia para comprobar si es mito o realidad. Pues la verdad es que algo de cierto. Pero no porque tengan súper poderes, ni nada parecido. Los autónomos no se ponen malos porque no se lo pueden permitir.
Según un estudio realizado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), los trabajadores por cuenta propia no pueden permitirse darse de baja. En el informe se ha calculado lo que cobra un autónomo en caso de baja por enfermedad, Las cifras son tan bajas, que es preferible trabajar enfermo.
Cuentas de los autónomos de baja
Los autónomos que cotizan por la mínima (la inmensa mayoría) percibirán un 60% de su base de cotización durante los primero 20 días de baja. A partir de ese momento, sube al 75%. Aún así, las principales asociaciones de autónomos denuncian lo difícil que es para los autónomos poder sobrevivir mientras están de baja. Traduciendo los porcentajes en cifras reales, UPTA ha puesto de manifiesto lo que cobrará cada autónomo cuando esté de baja. Un trabajador por cuenta propia que cotiza por la mínima (unos 919 euros), si se da de baja, su prestación será de 525 euros al mes. Pero ahí no acaba todo. De aquí deberá restar su cuota mensual, que asciende a 275 euros. Por tanto, durante la baja, un autónomo cobra 250 euros mensuales. Obviamente, les compensa trabajar para no tener que vivir con estas cantidades durante un mes.
El por ello que UPTA propone bonificar el 100% de la cuota durante la baja por enfermedad. De esta manera, al menos no tienen que pagar la cuota durante el tiempo que estén de baja, y supone un gasto menor a 290 millones de euros anuales.