El intraemprendimiento está permitiendo a muchas empresas extraer valor y mejorar frente a la competencia gracias a la innovación impulsada desde dentro por sus propios empleados.
Ganar competitividad es unos de los grandes objetivos de fomentar el intraempendimiento pero, además, ofrece numerosas ventajas de cara a los empleados. Una persona a la que le interesa emprender, pero no tiene los recursos o no se atreve fuera de la empresa, puede intraemprender.
A través del intraemprendimiento el empleado puede llevar a cabo su idea emprendedora, pero sin correr tantos riesgos como un emprendedor normal, ya que trabaja y experimenta dentro de una empresa ya establecida y es la propia empresa quien se enfrenta a las dificultades. Y, aun así, puede demostrar su potencial emprendiendo dentro de la empresa.
Fases del intraemprendimiento
Si estás pensado en fomentar el intraemprendimiento en tu empresa debes saber que se trata de un proceso que se divide en varias fases. El proceso comienza cuando la empresa da a conocer a los empleados la búsqueda de talento emprendedor y finaliza cuando una idea presentada por el empleado se convierte en realidad y se lanza al mercado.
- La primera fase consiste en dar a conocer a los empleados las necesidades que tiene la empresa y la necesidad de buscar ideas innovadoras. De este modo el empleado o intraemprendedor reconoce la oportunidad que para él supone. Absorbe toda la información proporcionada por la empresa y empieza a crear ideas.
- La segunda fase tiene que ver con el desarrollo, es decir, el empleado hace uso de sus habilidades creativas y da forma a su idea. Se da a conocer a los directores y en caso de aprobarse hay que comprobar su viabilidad. Para ello, se utiliza el método prueba y error. Así pueden conocerse los inconvenientes y mejorar la idea, ya sea con mayor investigación, recursos, etc.
- La tercera fase consiste en poner a punto el proyecto con ayuda de los directores, para así poder lanzarla al mercado.
- Fase de lanzamiento
- La última fase tiene que ver con el análisis, es decir, saber los puntos positivos y negativos, y analizar las oportunidades que supone o no para la empresa.
Es importante que el empleado durante todo el proceso tenga la ayuda y la implicación de la empresa. Solo con el trabajo colaborativo es posible sacar adelante un proyecto y lograr los objetivos planteados.
