Buscando la capacidad de innovar y adaptarse a cualquier circunstancia en el panorama empresarial, nace el intraemprendimiento. Este emerge como una fuerza impulsora que permite a las empresas cultivar la creatividad y la iniciativa empresarial desde dentro del negocio. Lo cual fomenta el espíritu de emprendimiento entre los empleados, haciendo que propongan ideas innovadoras que contribuyan al crecimiento y evolución de la empresa.
¿Cómo se clasifica el intraemprendimiento?
Este enfoque fortalece la cultura organizacional que desencadena un potencial transformador, impulsando la capacidad de la empresa para enfrentar desafíos, identificar oportunidades y mantenerse a la vanguardia. Para ello, existen dos grandes ejes divididos en cuatro modelos de intraemprendimiento. Por un lado se encuentra el nivel de autoridad que las empresas ponen en el desarrollo de nuevos negocios. Y por otro lado, se encuentran los recursos que se otorgan para el desarrollo de nuevos negocios.
Modelo oportunista
Este modelo de intraemprendimiento se centra en la identificación y aprovechamiento de oportunidades emergentes dentro de la empresa. Este enfoque se caracteriza por su agilidad y capacidad para responder rápidamente a situaciones favorables, permitiendo a los empleados capitalizar ideas innovadoras en el momento oportuno.
Gracias a esto se crea un entorno donde los empleados son libres de identificar oportunidades de manera proactiva, aprovechando la creatividad y la agilidad organizacional. Este enfoque es ideal para capitalizar rápidamente situaciones favorables.
Modelo facilitador
El modelo facilitador se enfoca en proporcionar un entorno propicio que apoye y promueva la creatividad, la colaboración y la iniciativa emprendedora de los empleados. Este enfoque elimina barreras y proporciona los recursos necesarios para que los equipos internos desarrollen y lleven a cabo proyectos innovadores.
Con este enfoque se crea un entorno en el que los empleados se sientan respaldados y capacitados para contribuir activamente con ideas innovadoras. Esto promueve una cultura organizacional dinámica y centrada en el crecimiento a través de la creatividad y la iniciativa interna.
Modelo vocacional de intraemprendimiento
Se basa en la idea de cultivar y aprovechar las pasiones, habilidades y aspiraciones individuales de los empleados dentro de la organización. Este enfoque reconoce que cada miembro del equipo tiene una «vocación» única, y busca alinear esas vocaciones con oportunidades de intraemprendimiento.
Este modelo maximiza el potencial de cada empleado al alinear sus pasiones y habilidades con proyectos significativos, contribuyendo así al crecimiento y la innovación sostenible de la empresa. Este enfoque impulsa el éxito empresarial y además nutre el desarrollo individual y la satisfacción laboral.
Modelo del productor
Este modelo se centra en cultivar un ambiente donde los empleados se sientan empoderados como «productores» de ideas, proyectos y soluciones innovadoras. Lo cual destaca la importancia de la creatividad, la ejecución efectiva y la generación activa de valor.
El modelo del productor de intraemprendimiento crea un ambiente donde los empleados generan ideas innovadoras y son capaces de llevarlas a cabo con éxito. Se trata de transformar la creatividad en resultados concretos, contribuyendo de manera significativa al progreso y la competitividad de la organización.