Llega el verano. Momento por excelencia de las ansiadas vacaciones. Sin embargo, los profesionales autónomos lo tienen difícil. Según aseguran desde la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE), los autónomos tienen “pocas o nulas” vacaciones. Además, eso influye de manera directa en la conciliación y salud del colectivo.
Desde CIAE han declarado en un comunicado que los autónomos no pueden irse de vacaciones por las propias normas legales que regulan su actividad. Para explicarlo, han declarado una serie de ejemplos de situaciones que viven los trabajadores por cuenta propia, que ponen de manifiesto las limitaciones a las que se enfrentan.
Limitaciones que impiden las vacaciones de los autónomos
Los ingresos. Para empezar, los autónomos que se van de vacaciones deben dejar la actividad durante un periodo de tiempo. Por tanto, no generará ingresos, mientras que seguirá teniendo gastos. Las cuotas a la Seguridad Social, por ejemplo, es algo que deberán seguir pagando. Se puede optar por darse de baja ese mes, pero según apuntan en CIAE, no suele compensar por los trámites que conlleva y porque se pierden bonificaciones o ayudas que se tengan concedidas.
Otras de las situaciones que impiden que los autónomos puedan irse de vacaciones es el miedo a perder clientes. Cuando un profesional autónomo se va unos días, se corre el riesgo que no atender a sus clientes o perder nuevos. Esto hace que muchos prefieran no irse para no tener que enfrentarse a estas posibles pérdidas.
TRADE. Los Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes tienen regulado por Ley 18 días al año de vacaciones. Sin embargo, no tiene ninguna contraprestación, por lo que si no trabaja, no cobra. Al final su situación es como la de un trabajador por cuenta propia normal.
La propia falta de ingresos es la que provoca, en muchos casos, la imposibilidad de irse de vacaciones. No poder costearse las vacaciones hace que muchos se decanten por seguir trabajando.
Desde CIAE advierten que la falta de vacaciones en los autónomos puede repercutir de manera negativa en su salud. Incluso, la conciliación familiar puede verse resentida. Es por ello que se pide una regulación de las vacaciones de los autónomos, para que puedan tener sus días de descanso como todo trabajador.