Tanto las grandes empresas como las pymes contratan becarios, ¿y por qué no también los autónomos? Los trabajadores por cuenta propia pueden ofrecer un contrato en práctica, para la formación y el aprendizaje, o la realización de prácticas profesionales. Como autónomo, tú también puedes ofrecer este tipo de contrato.
Sin embargo, antes de lanzarte a ello, te recomendamos conocer bien cuáles son los tipos de contratos de prácticas que puedes realizar. Si se decide hacer mediante las prácticas profesionales, la persona escogida debe encontrarse cursando sus estudios. El método de formalizar este tipo de contrato es a través de un convenio establecido entre el centro de estudios en cuestión y la empresa y el autónomo. Este convenio debe recoger las condiciones que deberán cumplir tanto la empresa como el estudiante.
Otras modalidades de contrato en prácticas
Además de las prácticas anteriores, que suelen ser las más comunes, también existe la posibilidad de realizar un contrato en prácticas. En este caso, la persona debe tener ya un título, debe ser menor de 30 años y haber obtenido el título en los cinco años anteriores a la firma del contrato.
Este tipo de contrato no puede ser inferior a seis meses ni superior a dos años. En cuanto al sueldo que percibe esa persona, deberá ser superior al Salario Mínimo Interprofesional. En el primer año será un 60% del sueldo fijado para el puesto y en el segundo año un 75% del mismo.
Además, existe una tercera modalidad de contrato. Se puede hacer un contrato para la formación y el aprendizaje al acabar el alumno su formación. Este tipo de contrato es para aquellas personas que hayan realizado una Formación Profesional y que tengan una edad comprendida entre los 16 y los 25 años.
La ventaja que ofrece este tercer tipo de contrato es que los jóvenes pueden adquirir experiencia laboral a la vez que se encuentran estudiando. Este contrato tiene una duración de entre uno y tres años.
Estos contratos son beneficiosos tanto para los autónomos y pymes como para los estudiantes, ya que les permite comprobar las competencias adquiridas durante el tiempo de estudio e, incluso, mejorar sus habilidades durante el curso.