Hasta ahora, únicamente los autónomos que tenían una discapacidad en el momento de comenzar su actividad podían acogerse a ayudas. Sin embargo, ahora han abierto el acceso a ayudas a todos los autónomos que obtengan una discapacidad repentina.
Esto quiere decir que podrán acogerse a estas ayudas todos aquellos autónomos que hayan sufrido un accidente o una enfermedad. Cualquier situación que les haya provocado una discapacidad permitirá que se acojan a estas ayudas. De este modo, ya podrán tendrán los mismos incentivos económicos que aquellos que tenían la discapacidad desde el momento inicial de su actividad.
Qué incluyen las ayudas a autónomos discapacitados
¿Eres autónomo con una discapacidad en grado igual o superior al 33 por cierto? Las ayudas generales incluyen reducciones y bonificaciones. Así lo establece la Ley 20/2007 de 11 de julio del Estatuto del Trabajo Autónomo, operada por Real Decreto-Ley 28/2018 de diciembre. Esta fue recientemente publicada en el BOE.
Según el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), esta reforma del Estatuto del Trabajo Autónomo establece “que lo dispuesto en este será también de aplicación, a opción de los interesados, en los supuestos de trabajadores autónomos que estando de alta en este régimen especial les sobrevenga una discapacidad en un grado igual o superior al 33 por ciento”.
Según asegura CERMI, se trata de una respuesta legal a las demandas de la población. Los autónomos reclamaban la extensión del marco de incentivos a todos los profesionales por cuenta propia, siempre y cuando tengan algún tipo de discapacidad, obviando el momento de su aparición.
Son muchos los autónomos que no podían acogerse a este tipo de ayudas. El motivo es que habían obtenido la discapacidad una vez comenzada su actividad profesional. Sin embargo, se trataba de una forma de discriminación. Ahora, gracias a la reforma, podrán acogerse en igualdad de condiciones que aquellos que contaban con un grado de discapacidad igual o superior al 33% en el momento del comienzo de su actividad.
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social se comprometió, a petición del CERMI, a adoptar esta medida. La reforma favorecerá el empleo autónomo. Aquellos autónomos que adquieran una discapacidad del 33% o superior podrán seguir trabajando en esta modalidad. Por lo tanto, es una forma positiva de incentivar el mantenimiento del trabajo autónomo.