Los autónomos que trabajan en el sector de la construcción son los que más accidentes laborales sufren. La siniestralidad en este colectivo sigue teniendo los valores más elevados frente a los trabajadores por cuenta ajena. Debido a ello, es recomendable que todos los trabajadores conozcan el correcto funcionamiento y la utilización de los equipos de protección.
Tal y como indica la Ley 31/1995 del 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, los profesionales autónomos deben tener contratado un plan de prevención. Algunos de los accidentes más comunes son las caídas desde grandes alturas, seguido de caídas al mismo nivel o cortes y pinchazos provocados por diferentes herramientas de uso común en la construcción. Tras esto, los accidentes por contactos con la electricidad son otros de los más comunes.
Prevención de Riesgos Laborales para autónomos
Los autónomos deben contar con un plan de prevención de Riesgos Laborales. Por tanto, se exige un nivel de cooperación al prestar servicios relacionados con el sector. Dentro de este compromiso, es necesario dar a conocer los riesgos concretos que tiene la actividad que vamos a desempeñar y viceversa.
Según indica el Ministerio de Trabajo, la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos laborales y la asociación de profesionales autónomos UATAE, existen una serie de puntos que deben tenerse en cuenta para que los profesionales por cuenta propia sufran el menor daño posible. Para ello, es necesario el conocimiento de todos los equipos de protección individual con los que trabajan, para darle un uso correcto y un buen mantenimiento.
Entre las medidas de seguridad más básicas y propias se encuentra el casco de seguridad. Las botas de seguridad con punta metálica son obligatorias para todos los obreros. Utilizar guantes de seguridad para evitar posibles cortes, así como gafas con pantalla de seguridad que ayuden a evitar quemaduras y salpicaduras de las chispas al soldar.
También es obligatorio el uso de protecciones de oído para los trabajadores que trabajen con herramientas como taladradoras o maquinarias que puedan emitir mucho ruido. Si el profesional trabajase en altura, será preciso el uso del arnés de seguridad.