La conciliación de la vida familiar y laboral es uno de los aspectos más importante para los empleados. Las empresas deben tenerlo en cuenta y por ello, tienen que adaptar la Ley de Familias.
La conciliación familiar y laboral es una de las prioridades para los trabajadores de Europa. En primer lugar, a la hora de buscar trabajo o valorar su permanencia (71%); también los horarios de trabajo flexibles (65%) y los modelos de trabajo híbridos y en remoto (60%). Así lo refleja los datos del del HR Study elaborado por la empresa líder en software de RR. HH. para pymes en Europa, Personio.
Teniendo en cuenta esta información y otros datos que reflejan los mismo resultados, los Ministerios de Derechos Sociales y de Igualdad han trabajado en una nueva Ley de Familias.
Se trata de una Ley que tiene cuatro principios fundamentales: garantizar la protección social a las familias, establecer el derecho a la conciliación, reconocer la diversidad de estructuras familiares y proteger los derechos de los menores que tiene como objetivo apoyar a los hogares que más lo necesitan y evitar esta problemática.
Así mismo incluye tres permisos que las empresas deben implementar para favorecer el equilibrio entre la vida personal y profesional:
- Permiso parental no retribuido de ocho semanas. Tanto para madres como padres. Se puede disfrutar de forma discontinua (si así se desea) hasta que el hijo/a cumpla los 8 años.
- Permiso retribuido de cinco días al año para el cuidado de familiares de segundo grado o convivientes. Se permite en casos concretos como accidente, enfermedad grave, hospitalización o intervenciones quirúrgicas.
- Permiso retribuido de hasta cuatro días para urgencias. Aplicable en casos imprevistos. Se trata de un permiso que puede durar horas o incluso días (4).
Ley de Familias en las empresas
Aplicar la Ley de Familias es obligatorio para las empresas. Su implementación supone más trabajo para el departamento de RR.HH. Motivo por el cual las empresas tienen que valorar tomar medidas como jornadas flexibles y reducidas o la implantación del teletrabajo, entre otras.
Además, la implementación de medidas que favorezcan la conciliación tiene consecuencias positivas para la empresa. Por ejemplo, ayuda a mejorar la reputación y obtener una mayor satisfacción de los trabajadores con todo lo que ello implica: retención de talento y mejora tanto de la productividad como de la eficiencia.