La crisis de coronavirus ha afectado principalmente a las pymes. El tejido productivo español ha sufrido las consecuencias de cerrar y paralizar toda actividad económica. Más de dos de cada tres empresas en España que tuvieron que cerrar por la pandemia han cerrado para siempre. El motivo principal ha sido que no han podido hacer frente a los pagos. Han sufrido problemas de liquidez que les ha llevado a situación de insolvencia.
Cuando comenzó la pandemia en España (marzo y abril de 2020), 142.000 empresas españolas dejaron de cotizar a la Seguridad Social. Poco a poco, cuando se redujo el confinamiento domiciliario y se establecieron las fases de desescalada, más de 55.000 volvieron a cotizar. Comparando las cifras con las actuales, los resultados son negativos. Alrededor de 90.000 empresas han desaparecido respecto al inicio de la pandemia.
Los datos demuestran que la mayoría de las empresas desaparecidas son pymes y microempresas. De las 90.000, más de 52.000 tenían únicamente un trabajador; unas 20.500 entre dos y cinco; y 15.000 entre seis y cincuenta empleados.
En la actualidad se espera un crecimiento progresivo y que ninguna empresa tenga que desaparecer. Más teniendo en cuenta que las empresas que solicitaron ayudas para enfrentarse a las dificultades, las recibirán durante los meses de junio y julio. También se espera reducir los concursos de acreedores, que durante estos meses la cifra ha estado al alza. Hasta mayo han tenido lugar el 58% de los concursos registrados.
Frente a estos datos devastadores para las pymes, encontramos el lado opuesto. Las pymes y microempresas han sido las más perjudicadas por la pandemia pero, las grandes empresas han crecido. Las empresas de más de 500 trabajadores han crecido a lo largo de la crisis. En mayo de 2021 se registraron 58 compañías más que en febrero de 2020.
Los datos hablan por sí solos
Muchas empresas han realizado estudios y análisis sobre la situación de las empresas antes y durante la pandemia. Entre ellas Cofade e Iberiform. Según la aseguradora Cofade el 34% de las empresas en España han dejado de ser solventes. Como demostró en su último barómetro de riesgo sectorial y país, la salud financiera de las empresas se ha deteriorado significativamente en 2020. Por su parte, Iberinform, filial de Crédito y Caución, ha calculado que las quiebras empresariales podrían crecer hasta un 30% en España, cuatro puntos por encima de la media mundial durante este año. Además, según datos del Banco de España, el porcentaje de empresas con problemas de liquidez podría situarse en el 70%.