Las entidades financieras obtienen el doble de beneficios económicos por conceder crédito a los autónomos antes que a las pymes. Es lo que se desprende de las estadísticas del Banco de España, unos datos que señalan que este colectivo soporta un tipo de interés que prácticamente duplica al aplicado a las pymes pero que recibe un 2,7% del dinero otorgado al conjunto de la industria.En concreto, los autónomos pagan de promedio en los nuevos créditos un 4,37%. En este sentido, la tasa se aleja del 3,16% fijado para préstamos hasta 250.000 euros y el 2% de los préstamos cuya cuantía oscila entre ese importe y el millón de euros, operaciones tradicionalmente asociadas a las pymes.
Estas diferencias han producido unos malos resultados por parte de la banca a la hora de atraer a estos profesionales. De hecho, entre enero y abril recibieron 2.942 millones de los 108.851 millones facilitados al tejido productivo. Otro dato clarificador del escaso peso es que recibieron 8.670 millones durante todo 2015, casi la mitad de lo logrado hoy por las pymes en un solo mes.
Esta escasa penetración choca con ser uno de los nichos prioritarios en la banca para impulsar su insuficiente rentabilidad, a través de los préstamos. Así, emprendedores y autónomos son algunos de los colectivos donde la crisis hizo más mella, cayendo a plomo desde los de 3,41 millones censados en la Seguridad Social en 2008.
Para paliar el hándicap, el Banco de España ultima la formulación de un rating que evaluará su solvencia. La ley obligará a la banca a entregarlo a autónomos y pymes a los que nieguen o reduzcan el crédito, pudiendo los propios empresarios solicitarlo si desean acudir a otra entidad.
