En los últimos meses se ha oído hablar de la figura del falso autónomo. Son trabajadores que desempeñan un trabajo en un puesto laboral, tienen un horario, pero están dados de alta como autónomos. Es decir, a pesar de tener unas condiciones como las que tendría un asalariado, pero la empresa no paga su Seguridad Social. Tampoco le tiene asegurado, ni un contrato firmado. Es el propio trabajador el que está dado de alta como autónomo. Es falso autónomo porque al tener un horario, unas exigencias de lugar de trabajo, etc., debería estar en plantilla como empleado salariado. Esta situación, de hecho, es ilegal. Un falso autónomo se puede denunciar. Una empresa en la que se demuestre que hay un falso autónomo se enfrenta a posibles sanciones.
Pero el falso autónomo no es un trabajador autónomo dependiente económicamente, que es lo que se conoce como TRADE. Éstos son profesionales autónomos cuyos ingresos dependen en su mayoría de un mismo cliente. Es decir, no tienen un horario o un lugar al que acudir por obligación, pero el 75% de sus ingresos totales derivan de un mismo cliente. El 25% restante el autónomo lo puede tener repartido con los clientes que quiera. Esta figura es completamente legal y es el propio trabajador quien decide sus horarios, periodos de vacaciones, etc.
Cómo saber si eres un falso autónomo
Para comprobar si eres un falso autónomo lo primero que se debe comprobar es, precisamente, eso. Que la empresa imponga horarios o periodos de descanso. De igual manera, la empresa no puede obligar a un autónomo a desplazarse cada día a una oficina. De ser así, es posible también estar ante un caso de falso autónomo. Puede haber ciertos acuerdos, pero en los que ambas partes estén de acuerdo y no sea una imposición o requisito de la empresa.
En caso de realizar las mismas funciones que otros trabajadores en la empresa, pero no tener un contrato con ella, es también una alerta de falso autónomo.
Se calcula que hay 40.000 falsos autónomos en España. El Plan Director por un Trabajo Digno ha puesto en marcha una serie de medidas para acabar con ellos, como el aumento de las inspecciones y el endurecimiento de las sanciones.