Hay muchas causas que provocan que alrededor del 54% de las empresas españolas se preocupen por su capacidad de pagos. Además de la situación económica actual provocada por la inflación y la subida del tipo de interés se encuentra la ineficiencia administrativa.
Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, España está entre los cinco primeros países con peor capacidad de pago. El motivo es la mala gestión interna de sus clientes. Por tal motivo, para el 60% de las empresas españolas, la ineficiencia administrativa es en la actualidad uno de los grandes desafíos que están impactando directamente en la capacidad de pago de sus clientes.
Teniendo en cuenta estos datos queda demostrado que para que una empresa tenga un flujo de caja saludable y pueda prevenir los impagos hay que tener una gestión efectiva. Gestión que resulta más complicada cuando el negocio crece porque implica mayor nivel de actividad y más gastos.
Cabe destacar que en el propio informe se desprende que seguramente las cifras crezcan en los siguientes meses. Lo mismo opinan las propias empresas. Ya que el 57% de ellas prevé que el riesgo de impagos o retraso en el pago de las facturas de estos deudores crezca en los próximos meses.
Consejos para mejorar la ineficiencia administrativa
Como hemos explicado, los impagos tienen una relación directa con la ineficiencia administrativa. Por ello, para mejorar la situación, los expertos de Intrum ofrecen algunos consejos para aplicar mejorar la estrategia de gestión de pagos. Algunos de ellos son:
- Los pagos deben ser considerados como parte de la planificación financiera. De esta forma, todas las dificultades se pueden prever y, por tanto, tomar decisiones a tiempo.
- Mantener en orden las facturas. Es importante tener una organización para saber cuándo se deben efectuar los pagos. Con ello, se contemplan todos los gastos, pudiendo priorizar aquellos que más prisa corren o que peores repercusiones pueden tener.
- Comunicación constante y directa. La sinceridad y transparencia es fundamental. Siempre que no se pueda cumplir con la fecha de pago se debe comunicar. Siempre que se avise con tiempo y de la mejor forma se puede negociar o reestructurar la deuda.
- Estudiar a los proveedores. A la hora de elegir a los proveedores hay que tener en cuenta cuáles son sus condiciones. Pueden ser determinantes cuando la situación de la empresa no sea buena. Por ejemplo, algunos exigen pago por adelantado, otros tienen descuentos, también pueden permitir el pago a plazos, etc.