A pesar de la normativa sobre el sistema de cotizaciones de los autónomos, estos trabajadores por cuenta ajena siguen teniendo dificultades para tener acceso a una buena jubilación. Dicha normativa busca ofrecer la posibilidad de que cada autónomo pueda diseñar su jubilación a su gusto, sin embargo, en la práctica no está teniendo ningún efecto positivo. Este hecho se refleja en los datos del mes de diciembre, de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), que afirman que la pensión media de los trabajadores autónomos es un 41,2% más baja que la de un trabajador del Régimen General.
Qué impide un buen sistema de cotización en los autónomos
La normativa sobre el sistema de cotización permite que el autónomo diseñe su propia protección social gracias a la modificación permanente de sus cotizaciones en función de sus ingresos. El problema radica en que estos ingresos no son fijos y los autónomos no siempre pueden cotizar con bases superiores a la mínima. Este hecho provoca una disminución de la cuantía de sus prestaciones y su pensión de jubilación.
Otra de las cuestiones que imposibilitan gozar de una buena pensión de jubilación está relacionada con el cálculo de la prestación. Únicamente se tienen en cuenta los últimos años de la carrera profesional de los autónomos en vez de contar toda su vida laboral y los regímenes en los que ha participado. Esto se suma al límite de base máxima que está fijado a partir de los 47 años de edad. Esta normativa penaliza a aquellos autónomos que tienen una larga trayectoria profesional pero que en los últimos años no han podido cotizar como a ellos les gustaría.
Soluciones para mejorar el sistema de pensiones de los autónomos
Una de las soluciones más eficaces para que los autónomos puedan gozar el día de mañana de una pensión digna es establecer sistemas públicos de capitalización individual y complementaria. De mejora voluntaria.
Otra alternativa es que los autónomos se apoyen en planes de pensión privados. Para elegir dichos planes, es recomendable valorar previamente el nivel de vida del que queremos disfrutar cuando nos llegue la hora de nuestra jubilación.
Por otro lado, se puede optar por los Planes de Pensiones, los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), los Planes de Previsión Asegurados (PPA) y los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP).