Una encuesta revela que el 91% de los menores de 35 con espíritu emprendedor está dispuesto a montar su empresa fuera del país. La intención de emprender en España ha registrado un retroceso del 17% en el último año. Según la III Encuesta Anual de Emprendimiento en España, uno de cada cinco ciudadanos se plantea iniciar un negocio o ya ha comenzado a hacerlo, frente al 24,1% que lo consideraba en 2024.
Los jóvenes, motor clave para emprender en España
El descenso en el entusiasmo general por emprender contrasta con el creciente interés mostrado por las generaciones más jóvenes. Los menores de 35 años son el grupo que más impulso demuestra: el 91% de quienes se plantean emprender en esta franja de edad está dispuesto a hacerlo fuera de España.
Este relevo generacional pone de relieve un cambio en la percepción del emprendimiento. Mientras el interés decae entre quienes superan los 45 años, las nuevas generaciones —particularmente la generación Z— comienzan a ver la creación de empresas como una opción profesional viable y atractiva, aunque todavía estén en fase de exploración.
Perfil del emprendedor: más hombres y mayor edad al consolidar negocios
La mayoría de quienes tienen intención emprendedora son hombres (61,5%), una proporción que se mantiene prácticamente sin cambios respecto al año anterior. Sin embargo, la diferencia en la acción es más ajustada: el 35% de los hombres ya ha creado su negocio, frente al 28,5% de las mujeres.
En cuanto a la edad, aunque los jóvenes lideran la intención, son los mayores de 45 años quienes realmente materializan sus proyectos. Más del 60% de quienes ya han emprendido superan esa edad, lo que sugiere que la experiencia profesional juega un papel clave a la hora de dar el paso definitivo.
Burocracia y proyección internacional, claves para emprender fuera
Un dato llamativo del estudio es que tres de cada cuatro personas interesadas en emprender (75,5%) contemplan hacerlo fuera de España. La principal motivación ya no es el trabajo en remoto, como ocurría en 2024, sino la búsqueda de entornos con menos carga burocrática.
Entre quienes no se plantean esta opción internacional, los principales frenos son el idioma, la percepción de dificultad del proceso y la inseguridad sobre cómo hacerlo correctamente.
La encuesta, impulsada por el programa e-Residency del Gobierno de Estonia, muestra un ecosistema emprendedor en evolución: menos interesado en el emprendimiento tradicional, pero más orientado hacia la movilidad, la digitalización y la búsqueda de condiciones más favorables para desarrollar proyectos innovadores.