El intraemprendimiento social es un concepto que nació para impulsar que los empleados participen de forma activa en iniciativas sociales. Desde su creación, diseño hasta la implementación. Por ejemplo, programas de responsabilidad social corporativa o proyectos de sostenibilidad, entre muchos otros.
Es un concepto intermedio entre quienes emprenden para tratar temas sociales y los que lo hacen de forma comercial, es decir, crear e innovar en productos y servicios. Gracias al intraemprendimiento se saca partido a las habilidades de los emprendedores, su creatividad y conocimientos. A la vez que se generan beneficios empresariales. La empresa obtiene un mayor compromiso de los empleados, pero también de los clientes. Así como la mejora de la reputación.
Etapas del intraemprendimiento social
No hay establecidas unas etapas establecidas para el intraemprendimiento social, pero si hay que definir algunas, serían:
- Comienzo. Es cuando las personas de la empresa piensan en sus propias capacidades. Creen que tienen las habilidades necesarias e ideas para marcar la diferencia y mejorar.
- Descubrir las oportunidades. Los empleados identifican los problemas sociales que pueden tratarse dentro de la empresa. Para ello estudian tanto los problemas como las posibles oportunidades y analizan la situación actual.
- Crear de ideas. Cuando se identifican las oportunidades es hora de generar las ideas innovadoras. Es frecuente hacer investigaciones, análisis y recabar información al respecto.
- Desarrollar un plan de negocio. Es donde se detalla y explica la propuesta. Por qué se lleva a cabo, cuál es la finalidad, qué recursos se necesitan, cómo se va a llevar a cabo, el presupuesto necesario, etc.
- Obtener los recursos. Es necesario obtener la aprobación de la empresa. Hay que presentar el plan a los directivos y esperar su aceptación para contar con los recursos necesarios y llevarlo a cabo.
- Realizar pruebas. Antes de la puesta en marcha, se recomienda hacer una prueba piloto para cerciorarse de su validez y efectividad.
- Implantación. Como su nombre indica es la puesta en marcha del proyecto. Delimitar tareas, delegar labores y establecer objetivos a corto y medio plazo.
- Evaluación. Es necesario cuantificar y evaluar el impacto social que se ha logrado generar para evaluar plenamente los beneficios para la empresa y la sociedad y las oportunidades de crecimiento de continuar con ello.