El intraemprendimiento es un nuevo método empleado por las empresas para crecer que está a la orden del día. Sin embargo, en España no se realizan prácticas para fomentar el intraemprendimiento, pues solo hay un 2% de personas que realiza procesos intraemprendedores según el Informe de Emprendimiento Corporativo en España.
Actualmente las empresas se encuentran en un entorno muy competitivo que crece a pasos agigantados. Para lograr la diferenciación hay que innovar, ya que es la clave para crecer. Y qué mejor que aumentar la productividad, la competitividad y fortalecer la empresa gracias a ideas propuestas por los propios empleados.
Descubrir nuevas oportunidades de negocio es posible gracias al intraemprendimiento. Los empleados son personas que conocen muy bien y pueden ofrecer un punto de vista diferente, sobre las fortalezas y debilidades que tiene la empresa.
Fomentar el intraemprendimiento
Para fomentar el intraemprendimiento las empresas tienen que mostrar su compromiso e incentivar a los empleados a demostrar sus habilidades innovadoras. Algunas de las claves para lograr la participación de los empleados son las siguientes:
- Escucha activa.
Para que los empleados quieran emprender tienen que sentirse escuchados. Para que un trabajador exponga sus ideas de innovación sobre cómo mejorar las estrategias, desarrollar nuevos productos o servicios, etc. tiene que sentir que lo que dice resulta de interés. Puede que lo que diga realmente no sirva, pero para ello hay que escucharle, tiene que notar interés y sentirse escuchado. Algunas empresas, para poder establecer la comunicación y la escucha activa crean espacios que sirvan para compartir las ideas.
- Reconocer los riesgos.
Llevar a cabo el intraemprendimiento en una empresa conlleva riesgos. Para fomentar la participación de los empleados hay que saber que no hay ideas malas o buenas. Es decir, se puede escoger una idea que resulte buena y exitosa pero que al ponerla en marcha no funcione. Hay que ser consciente de ello con anterioridad, pues es parte del proceso. Cuando una idea fracasa no hay que sancionar al empleado, hay que animarle y motivarle para que siga participando.También de cara al resto de empleados, pues tienen que ver como si una idea no tiene éxito no pasa nada. El fracaso de una idea no puede tener consecuencias negativas, por el contrario, los empleados decidirán no contribuir.
- Ofrecer incentivos.
El sistema de incentivos es una fórmula para motivar a los empleados. Para que un empleado dedique parte de su tiempo en pensar ideas y desarrollarlas tiene que sentir que, una labor que en principio no le corresponde, va a ser valorada y recompensada. Los incentivos pueden ser de todo tipo, desde reconocimiento público hasta promociones.
- Intervención de la dirección.
La dirección de la empresa tiene que mostrar su implicación. Para que los empleados participen tiene que adquirir atención por parte de los directivos. Si los altos cargos no muestran interés por las ideas propuestas, los empleados no se sienten motivados y, por tanto, quitan valor a la creación de ideas innovadoras.
