A cinco años del inicio de la pandemia de COVID-19, los trabajadores autónomos en España continúan esperando una reforma efectiva en su sistema de protección social. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) denuncia que, a pesar de los cambios introducidos en 2022, el acceso a la prestación por cese de actividad sigue siendo complicado y poco accesible para el colectivo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 cerraron 311.259 negocios en España, dejando un saldo negativo de 32.734 empresas, en su mayoría de pequeños emprendedores con entre uno y cinco trabajadores. Durante la crisis sanitaria, cerca de un millón y medio de autónomos accedieron a la Prestación Extraordinaria por Cese de Actividad, una ayuda que resultó fundamental para la supervivencia de miles de negocios.
Problemas acceso cese de actividad
Sin embargo, UPTA advierte que el actual sistema de protección sigue siendo insuficiente para los autónomos. La organización reclama una mayor flexibilidad para acceder a la prestación por cese de actividad y exige la implementación del subsidio para autónomos mayores de 52 años. Esta última medida busca brindar apoyo a aquellos profesionales que, tras cerrar sus negocios, tienen dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, ha manifestado su preocupación ante la falta de avances en la materia: «Cinco años después de la pandemia, los autónomos siguen careciendo de una protección social adecuada para afrontar futuras crisis. Es imprescindible que el Ministerio de Seguridad Social ponga en marcha una reforma efectiva que garantice la seguridad de quienes más lo necesitan».
UPTA continúa presionando a las administraciones para que se implementen medidas urgentes. Quieren que dichas medidas equiparen la protección social de los autónomos con la de los trabajadores asalariados. Es la manera de asegurar una red de seguridad más justa y eficaz para el colectivo.