El compliance es el conjunto de políticas y buenas prácticas internas y externas de las empresas para cumplir con la ley y que además permiten identificar los riesgos.
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea indica que su función es “identificar, asesorar, alertar, monitorear y reportar los riesgos de cumplimiento en las organizaciones, es decir, el riesgo de recibir sanciones por incumplimientos legales o regulatorios, sufrir pérdidas financieras o pérdidas de reputación por fallas de cumplimiento con las leyes aplicables, las regulaciones, los códigos de conducta y los estándares de buenas prácticas”.
Cumplir y establecer políticas de compliance está resultando más complicado para las pequeñas y medianas empresas. Según el ‘estudio sobre la función de Compliance en las empresas españolas’ que ha realizado el Instituto de Estudios Económicos (IEE) tres de cada cuatro empresas españolas ya han incorporado un sistema de compliance. La mayoría de ellas son empresas que tienen más de 200 trabajadores.
Las pequeñas empresas por su parte tienen que hacer frente a algunos obstáculos para implementar esta policía. Según indica la compañía Legálitas algunos de los problemas para las pymes son el desconocimiento y la falta de tiempo para poder implantar un sistema.
Cómo implantar el compliance
Para poder implantar un plan de compliance en una empresa, independientemente de su tamaño hay que seguir una serie de pasos.
- Conocer los requisitos legales asociados a la actividad que realiza la empresa.
- Hacer una auditoria de las políticas.
- Identificar los riesgos y las oportunidades.
- Tener claro el organigrama de la empresa. Qué rol y responsabilidades tiene cada persona.
- Formar a los trabajadores.
- Desarrollar y llevar a cabo políticas de seguimiento que permitan revisar con relativa frecuencia la eficacia de los sistemas.
- Centralizar la información.
Implantar un programa de compliance en tu empresa permite ahorrarse diversos problemas según Valero San Roman abogados. Algunos problemas pueden ser: sanciones tanto administrativas como penales, multas económicas, daños en la reputación de la empresa, así como pérdidas financieras debido a posibles indemnizaciones.