La creación de empleo en España muestra signos de desaceleración entre las microempresas. Aunque el mes de mayo cerró con 195.736 nuevos afiliados a la Seguridad Social y 57.835 parados menos, el análisis revela un enfriamiento del mercado laboral.
Según datos recientes, el incremento interanual del 2,16% en las afiliaciones representa el menor crecimiento desde principios de 2021. Este ritmo moderado de creación de empleo preocupa a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), que alerta sobre la pérdida de dinamismo entre los negocios de menor tamaño.
La creación de empleo pierde impulso en las microempresas
En concreto, las microempresas, aquellas con menos de 10 trabajadores, han reducido su volumen de empleo respecto al año anterior. En el periodo abril-marzo, se contabilizaron casi 3.000 trabajadores menos en este segmento, mientras que las grandes empresas aumentaron sus plantillas en más de 322.000 personas. Esta diferencia refleja una creciente brecha en la capacidad de contratación, y evidencia el impacto que los costes crecientes y la carga regulatoria tienen sobre las pequeñas estructuras empresariales.
El sector agropecuario también muestra un comportamiento negativo en el empleo. Solo en mayo, perdió 11.400 afiliados respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone una caída del 1,1%. La tendencia es persistente: en 44 de los últimos 46 meses, el sector ha destruido puestos de trabajo, acumulando una pérdida de más de 111.000 afiliados desde 2019.
Ante esta situación, CEPYME insiste en la necesidad de adoptar medidas que protejan a las empresas más vulnerables. La organización reclama un entorno regulatorio más favorable, con menor presión fiscal y administrativa, para permitir a las pymes recuperar su papel como motor de generación de empleo.
Como conclusión, la Confederación explica que “proteger su viabilidad es esencial para garantizar el crecimiento y la estabilidad del conjunto del país”.