La pandemia de Covid-19 ha llegado a nuestras vidas de improviso y lo ha cambiado todo. Nuestros hábitos, costumbres, actividades, etc. todo se ha visto directa o indirectamente afectado por la pandemia y difícilmente volverán a ser como antes.
El mundo de los viajes no es la excepción. Han debido crearse e implementarse nuevos protocolos y medidas en tiempo record para asegurar una mayor seguridad y poder permitir a las personas viajar sin miedo a contagiarse.
En lo que respecta a los viajes corporativos, durante aproximadamente un año se han casi interrumpido por completo los viajes de negocio y podemos decir que en 2022 ya se está lentamente viendo una vuelta a los ritmos normales.
No obstante, los viajes y el modo de viajar en sí ha cambiado y todo parece apuntar que estos cambios han llegado para quedarse.
Si estás planeando realizar un viaje corporativo o estás dudando si volver a realizar viajes con tranquilidad, sigue leyendo y podrás tener una imágen general de la situación actual. Para mayor tranquilidad, puedes echar un vistazo a esta guía para gestionar viajes de empresa y asegurarte que no se te olvidará nada.
Panorama de los viajes corporativos en 2022: ¿Que ha cambiado?
Contagios, vacunación y test
Si hoy en día podemos decir que los viajes corporativos están volviendo a las cifras pre-pandemia es en gran parte gracias al avance de la vacunación en los distintos países.
Aunque nada nos evita al 100% contraer el virus, el incremento en el número de las personas vacunadas junto con las precauciones personales han conseguido bajar notablemente el número de contagios.
Esto ha hecho que los distintos países vayan abriendo las fronteras y permitiendo a personas de otros países acceder con mayor facilidad a su territorio.
Como la vacunación no es obligatoria y hay aún mucha gente que ha tomado la decisión de no vacunarse, también se ha abierto la posibilidad de viajar a personas que no puedan presentar su certificado de vacunación a través de un resultado negativo.
Puede ser un test de antígenos o una PCR, lo importante es que se haya realizado poco antes de la fecha del viaje y que el resultado sea negativo.
Necesidad de vuelta a la normalidad
No solamente el mundo de los viajes está lentamente volviendo a la normalidad, también el resto de las actividades. El mundo y los negocios no pueden estar parados por demasiado tiempo. La rueda tiene que girar y el sistema tiene que ser puesto en marcha cuanto antes.
Durante la pandemia hemos visto como muchísimas actividades se han interrumpido durante un tiempo. No obstante, esto no puede durar eternamente. Las empresas tienen que volver a trabajar y a generar ingresos.
Uno de estos modos es también a través de los viajes corporativos. Por ello, por una cuestión de necesidad, los viajes corporativos se han debido adaptar a la situación actual, ya que no podían seguir parados durante mucho más tiempo.
Afortunadamente también la incertidumbre es menor, se cuentan con medidas de seguridad y protocolo para evitar contagios o situaciones de riesgo. Al conocer más al virus, también las medidas de seguridad se han hecho más específicas y efectivas.
Recuperar el tiempo perdido
El año 2022 está siendo el año en que realmente estamos viendo como los números están incrementando y alcanzando los niveles pre-pandemia.
Esto se debe a que durante los últimos dos años nunca se ha podido viajar ininterrumpidamente con libertad. Ya sea a causa de cuarentenas, cierre de fronteras o medidas de seguridad especiales, siempre ha habido trabas que impedían un viaje “normal”.
Al mejorar la situación y lentamente disminuir las medidas de seguridad, muchas empresas se ven en la obligación de tener que recuperar el tiempo perdido. Todos los viajes corporativos que no se han hecho estos últimos dos años se están realizando ahora.
Son muchos los viajes que no se han realizado y los negocios que no se han concretado y las empresas no quieren perder más tiempo. Por eso veremos que los números crecen y seguramente seguirán creciendo durante los próximos años antes de volver a ver una nueva estabilización.
Nuevas oportunidades
Desde el punto de vista de los negocios, el Covid-19 y la consiguiente pandemia han sido para la gran mayoría desastrosos. Sin embargo, también hay quien se ha encontrado en una situación favorable y ha sabido sacar provecho de la situación.
Con la pandemia muchos negocios han encontrado nuevos mercados sin explorar o productos que ofrecen soluciones a nuevas problemáticas.
Veremos también un aumento en los viajes de negocios debido a que muchas empresas se han digitalizado y exteriorizado sus productos a nuevos mercados. Para sellar estos contratos o captar nuevos clientes, muchos se están desplazando a zonas donde antes era imposible llegar.
Para quienes han salido ganando de la pandemia, esta es una época de expansión y el poder desplazarse con libertad de nuevo es una gran oportunidad de seguir haciéndolo.
Conciencia social
No solo los viajes han cambiado, también lo ha hecho la mentalidad de las personas que viajan. Tras la pandemia todos estamos más alerta y conscientes del impacto de nuestras acciones y de cómo pueden afectar a terceros.
Gran parte de las medidas de prevención y seguridad para evitar contagios dependen de uno. Además, no se trata solamente del riesgo de ser contagiado, las personas también están más concienciadas en evitar ser quienes contagien a otros.
La pandemia ha creado un sentido de unión y de cuidados comunitarios que se verá aplicado también en el mundo de los viajes de negocios. Los cuidados y las precauciones propias serán mayores para cuidarse a uno mismo y a nuestros compañeros.
Esto afectará directamente al destino, método de transporte y alojamiento que se elija. Se decantarán por opciones más seguras, que ofrezcan mayores medidas de prevención y que minimicen el riesgo de contagio.
Sostenibilidad
Algo muy ligado al punto anterior es que durante este periodo muchas empresas también han empezado a ser conscientes de su impacto en el medio ambiente. Lo que antes se ignoraba o ni siquiera se tenía en cuenta, hoy es algo que afecta directamente a la toma de decisiones y al rumbo que determinadas empresas quieren emprender.
Esto aplica tanto a las empresas que quieren realizar viajes más sostenibles como a las aerolíneas u otras empresas proveedoras de viajes, que quieren reducir sus emisiones de CO2 y que los trayectos sean lo menos contaminantes posible.
El uso de medios de transportes más ecológicos y respetuosos está aumentando respecto a otros más rápidos pero más contaminantes. Las empresas prefieren renunciar a la comodidad e incluso están dispuestas a pagar un precio más alto por una opción más sostenible y acorde a la política de su empresa.
Si bien esta opción no siempre es posible, sí que se puede apreciar una tendencia al alza de empresas que intentan informarse más sobre opciones con menos impacto negativo al medio ambiente antes de realizar sus viajes y tomar decisiones conscientes.
Mayor conexión
Durante la época en la que nos era posible viajar, las nuevas tecnologías han sido las que han permitido a las empresas y a las personas seguir trabajando con cierta normalidad.
Las reuniones se han visto sustituidas por videollamadas y todo parecía indicar que esto sería para siempre. Sin embargo, podemos ver que las empresas siguen prefiriendo las reuniones en persona frente a las virtuales.
No obstante, no se ha perdido del todo esta práctica. Por el contrario, el estar siempre conectado y disponible se ha mantenido. Al punto que quienes realizan viajes de negocios lo hacen buscando opciones que les permitan estar conectados, ya sea durante el trayecto o ya en destino.
De este modo, aunque nos encontremos en otro país, podremos estar al día y poner al día a nuestros compañeros sobre los distintos avances o novedades que haya que tener en cuenta.
Presupuestos más apretados
Después del tiempo de inactividad causado por la pandemia, son muchas las empresas que aún están intentando volver a recuperar las ganancias y los números previos.
Si bien los viajes corporativos son una buena manera para reactivar el negocio, también suponen un gasto considerable. Al fin y al cabo se trata de una inversión, pero las empresas están intentando recortar en gastos y los viajes corporativos son los primeros afectados.
Se puede notar un cambio en la elección de los destinos, alojamientos y medios de transporte a favor de aquellos que ofrecen menos comodidades, pero a un precio más conveniente.
Aunque el número de viajes en sí puede no reducirse, podemos apreciar como los costes y gastos relacionados con los viajes de este tipo están siendo más bajos.