En un contexto en el que los trabajadores por cuenta propia no cuentan con la misma protección que los asalariados, los seguros para autónomos se perfila como una herramienta esencial para garantizar estabilidad y tranquilidad ante imprevistos.
¿Por qué es importante contar con un seguro para autónomos?
No todos los seguros son voluntarios. La ley exige a determinados profesionales y actividades contratar pólizas específicas:
- Responsabilidad Civil General. Obligatoria para quienes disponen de un espacio abierto al público, cubre daños a terceros derivados de la actividad del profesional, como accidentes dentro del local.
- Responsabilidad Civil Profesional. Cubre reclamaciones por errores, omisiones o negligencias —por ejemplo, un asesor fiscal que presenta tarde impuestos y genera multas al cliente; en estos casos, el seguro asume la indemnización.
- Accidentes de trabajo. No obligatorios para todos, pero sí en caso de tener empleados (cuando el convenio lo exige) o realizar actividades de riesgo; incluyen cobertura médica, indemnizaciones, rehabilitación y asistencia jurídica.
- Seguro de vehículos profesionales. Obligatorio para quienes usan vehículos adscritos a su actividad. Además de la cobertura de responsabilidad civil, muchos incluyen ventajas como asistencia, vehículo de sustitución y reparaciones con repuestos originales.
Coberturas recomendadas por su rentabilidad
Además de los seguros exigidos, existen otros muy recomendables para blindar la actividad autónoma:
- Salud privada. Ideal como complemento al sistema público, facilita acceso rápido a especialistas y ofrece beneficios fiscales: el autónomo puede deducirse hasta 500 € anuales, incluso si incluye familiares.
- Vida. Asegura la estabilidad económica de los familiares en caso de fallecimiento o invalidez, y también ofrece ventajas fiscales.
- Baja laboral / incapacidad temporal. Dado que la prestación pública puede resultar insuficiente, estos seguros complementan ingresos durante bajas por enfermedad o accidente.
- Otros seguros útiles. Según otras fuentes, los autónomos también valoran el seguro multirriesgo (que combina varias coberturas como incendios, robos o defensa jurídica), planes de ahorro/jubilación (PIAS, planes de pensiones) y ciberprotección, cada vez más relevante en la economía digital.
Para el trabajador autónomo en España, asegurarse no es solo un deber legal, sino una estrategia inteligente. Mientras los obligatorios garantizan el cumplimiento normativo y la prevención de conflictos legales o económicos, los voluntarios se traducen en estabilidad financiera, optimización fiscal y cobertura ante imprevistos que podrían desestabilizar por completo su actividad profesional.
Contratar seguros adecuados, tanto obligatorios como voluntarios, es una forma de reforzar la resiliencia de un negocio personal.