Se estima que más del 7% de los trabajadores autónomos, unos 210.000 han solicitado ayudas del Gobierno para hacerle frente a la crisis provocada por la Covid-19. La mitad de ellos ha pedido acogerse a los ERTE. No obstante, los trabajadores autónomos deben declarar esos ingresos tanto en sus declaraciones trimestrales como en la declaración de la renta de este año.
Obligaciones fiscales de las ayudas
Desde Declarando, una plataforma virtual que ofrece asesoramiento fiscal a los autónomos indican que los préstamos ICO se tienen que devolver. Para ello recalcan que el autónomo deberá hacerlo a pesar de que el interés que haya soportado sea deducible fiscalmente.
Sobre el aplazamiento del IVA, desde la plataforma recuerdan que se permitió por Real Decreto aplazar el pago del modelo 303 del primer trimestre de 2020 hasta seis meses sin devengar, por tanto, los intereses durante los primeros tres meses. No obstante, recalcan que si no se pidió la carta de pago antes del 21 de julio, Hacienda cargará de manera automática el impuesto. En el caso de que el autónomo no dispusiera del dinero suficiente para afrontar su deuda fiscal, recibirá una carta de liquidación con el recargo por no abonarlo en plazo.
En cuanto a las ayudas, éstas no se deben declarar ni en el modelo 130 ni en el 303. Sí que habrá que añadirlas a la declaración anual de la renta. De momento no se ha previsto una fecha.
Si el autónomo no cumple los requisitos para pedir las ayudas por cese de actividad, no se podrá deducir esa devolución como un gasto.
Por otro lado, la prestación especial por cese de actividad sí que tiene ciertas implicaciones en el IRPF. Se trata, indican desde la plataforma, de las mismas que se darían en el caso de que se cobrara el paro como trabajador autónomo. De hecho, dicha prestación tributa como un rendimiento del trabajo más.
Finalmente, el ingreso mínimo vital se podrá sumar a las rentas del trabajo. Desde Declarando advierten de que en el texto legal no se especifica la fiscalidad de esta medida. Eso quiere decir que entrará a formar parte de las rentas del trabajo y tributará a nivel de IRPF como otras ayudas públicas.