En España existe un mito que gira alrededor de los autónomos: estos nunca enferman. Sin embargo, desde la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE) falta un análisis real de la situación que viven los profesionales por cuenta propia.
La falta de análisis y la valoración de su situación hace que no se encuentren datos reales sobre la siniestralidad y bajas del colectivo. Así lo ha denunciado CIAE. Según explican desde la Confederación, trabajar como autónomo lleva consigo pasar muchas horas en solitario. Estas personas no reciben ayuda externa de ningún tipo, no cuentan con redes de apoyo y tienen una alta responsabilidad. Esto hace que, a menudo, el autónomo se sienta desbordado y no sepa cómo manejar esta situación. A pesar de ello, se dice que los autónomos nunca enferman
Los autónomos no tienen casi coberturas sociales, lo que les obliga a trabajar aunque estén enfermos. Incluso llegan a forzar su recuperación en muchos casos, según han manifestado diversos colectivos en los últimos años.
Desajuste de la realidad con los datos
Los datos oficiales sobre siniestralidad laboral y condiciones e trabajo aseguran que el 2’5% de los autónomos sufren accidentes graves. Esta cifra es, tan solo, del 1% en cuanto a trabajadores asalariados. Esto refleja una situación muy clara: los autónomos están más expuestos.
Si hablamos de horas trabajadas, los autónomos dedican, de media, 8’2 horas más a l semana que un asalariado. Por tanto, el 44% de los autónomos declara que, al finalizar la jornada, se siente completamente exhausto.
Además, los autónomos también tienen que enfrentarse a la inestabilidad económica. Esta situación suele verse causada debido a la complejidad de acceso a recursos financieros, humanos y técnicos. Los profesionales por cuenta propia deben hacer frente a la morosidad que viven debido a sus clientes y a la falta de tiempo para poder reciclarse profesionalmente.
También tienen un nivel de estrés mayor, al verse frente a la precariedad social en situaciones como el paro, la jubilación o enfermedades. Sienten que su patrimonio privado se encuentra desprotegido.
Por eso, muchos autónomos tienen que realizar un sobreesfuerzo para poder mantenerse a flote. Dar una falsa impresión de tranquilidad y fingir que tienen salud de hierro.
Frente a esta situación, desde las organizaciones se pide a la Administración que tome nota sobre los datos que publica en cuestiones de salud sobre autónomos.