En los últimos cinco años, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha encontrado en los profesionales extranjeros su principal motor de crecimiento. Según datos difundidos por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), nueve de cada diez nuevas altas netas en este régimen provienen de personas migrantes que deciden emprender en España.
Relevo generacional
El papel de este colectivo se ha vuelto crucial en un contexto marcado por el envejecimiento de la población y el aumento de las jubilaciones. Solo entre 2020 y 2025, el número de autónomos extranjeros aumentó en 129.000 personas, hasta alcanzar los 485.330 afiliados, lo que supone un crecimiento del 36%. En contraste, durante ese mismo periodo, el número de jubilaciones en el RETA subió en 41.500. La comparación revela que la entrada de trabajadores extranjeros ha triplicado el ritmo de las jubilaciones, garantizando un necesario relevo generacional.
Sectores donde crecen los autónomos extranjeros
Actualmente, los autónomos de origen extranjero representan más del 14% del total de afiliados al sistema. Y no se trata de una contribución puntual, sino de una tendencia sostenida en prácticamente todos los sectores de actividad. La hostelería y el comercio concentran buena parte de estas altas, con incrementos significativos en los últimos cinco años: de 14.775 a 33.161 en el primer caso, y de 95.130 a 106.181 en el segundo. Sin embargo, la aportación va más allá de los sectores tradicionales. Profesionales extranjeros han ganado presencia también en actividades técnicas, científicas y profesionales, donde las afiliaciones pasaron de 20.610 a 38.611, y en transporte, que sumó casi 10.000 nuevos trabajadores.
Para UPTA, estos datos demuestran que los autónomos extranjeros no solo sostienen sectores básicos de la economía, sino que también contribuyen a reforzar áreas de alta cualificación que requieren especialización y renovación constante. De mantenerse esta tendencia, la organización estima que en 2030 podrían contabilizarse en España alrededor de 680.000 autónomos extranjeros.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, subraya que la supervivencia de miles de pequeños negocios dependerá de la capacidad del país para atraer y retener talento emprendedor de fuera de nuestras fronteras. “Sin su aportación, el sistema se encontraría en una situación crítica”, afirma.
La organización insiste en que esta realidad debe ser reconocida y apoyada por las administraciones públicas, independientemente del signo político, con el fin de consolidar un modelo sostenible que permita al RETA afrontar con garantías el futuro del trabajo autónomo en España.