Los autónomos pueden aprovechar las llamadas “dietas”, gastos en comidas, desplazamientos o alojamiento derivados de su actividad profesional, para reducir su carga fiscal. Sin embargo, para que Hacienda lo permita, deben cumplirse una serie de condiciones muy específicas .
¿Qué se considera dieta?
Una dieta es un gasto generado cuando un trabajador por cuenta propia debe salir de su lugar habitual de trabajo por motivos profesionales. Estos desembolsos deben estar vinculados directamente con la actividad económica, como una reunión de trabajo, un viaje para visitar clientes o un evento profesional.
Requisitos imprescindibles
- Factura completa: solo se aceptan facturas oficiales que incluyan los datos fiscales del autónomo. Los tickets son insuficientes.
- Vínculo con la actividad profesional: debe haber una relación directa con el negocio, no por razones personales.
- Registro contable: las dietas deben inscribirse correctamente en los libros contables del profesional.
- Pago electrónico obligatorio: desde 2018, Hacienda exige el uso de tarjetas, transferencias o similares como prueba del desembolso.
Deducción del IVA de las dietas
Es posible recuperar el IVA de estas dietas, siempre que:
- La factura esté correctamente emitida.
- El gasto tenga una conexión justificada con la actividad profesional.
- No haya uso personal.
- El pago se realice mediante medios rastreables.
Un ejemplo claramente válido es una comida con un cliente en otra ciudad, hecha con tarjeta y factura a nombre del autónomo.
Deducción en el IRPF: límites y condiciones
Para deducir gastos de manutención y alojamiento en la renta, Hacienda fija límites diarios exentos que varían según el desplazamiento:
- Sin pernocta (solo comida): hasta 26,67 € al día en España y 48,08 € en el extranjero.
- Con pernocta: hasta 53,34 € en territorio nacional y 91,35 € fuera de España.
Cualquier gasto que supere esas cuantías debe declararse como rendimiento y tributar.
Riesgos y mejores prácticas a la hora de deducir dietas
Hacienda puede rechazar deducciones por dietas cuando:
- No existe una conexión clara con la actividad.
- Se usan tickets en lugar de facturas.
- El gasto parece estar vinculado a asuntos personales.
Para evitar sanciones (que pueden llegar al 150% del gasto indebidamente deducido), se recomienda:
- Guardar facturas durante al menos cuatro años.
- Digitalizarlas y clasificarlas por fecha y tipo de gasto.
- Añadir una breve descripción del motivo profesional del desembolso.