El Síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que consiste en tener inseguridad en el ámbito laboral. Es decir, son aquellas personas que no se sienten suficientemente capaces, válidos e inteligentes para desarrollar sus labores en el trabajo. Es decir, creen que están engañando, de ahí su nombre, a sus jefes y resto de trabajadores.
Son personas que creen que su validez como trabajador, el cumplir sus objetivos se debe a la suerte y no a sus capacidades y habilidades.
Y, aunque, a priori no seamos conscientes de que existe o de que muchas personas lo padecen, la realidad es que diversos informes certifican que alrededor del 70% de los trabajadores lo han sentido en algún momento. También hay que destacar que generalmente afecta a los jóvenes. Estudios revelan que predomina en jóvenes de hasta 35 años; mientras quienes menos los sufren son quienes ya tienen una larga carrera laboral.
Motivos
Existen diversos motivos que pueden ser la causa del síndrome del impostor. Algunos de los más frecuentes son:
- No ser el que mejores notas tiene. Es decir, las personas que no tienen unas notas académicas destacables se creen inferiores.
- Haber tenido malas experiencias en el pasado, por ejemplo, no haber conseguido algún puesto deseado, ser despedido, etc.
- Tener problemas de seguridad en uno mismo y baja autoestima.
- Haber sido objeto de diferencias salariales sin explicación.
- Haber recibido críticas en el pasado, tanto a nivel personal como laboral.
- Ser demasiado autoexigente.
Cómo superar el síndrome del impostor
Para empezar, es importante que las empresas trabajen en ayudar a los empleados. Su bienestar en la empresa es fundamental para su continuidad. Por ello, se deben aplicar políticas que fomenten la salud mental.
El síndrome del impostor como hemos visto afecta a gran parte de los empleados y muchas veces, ni la persona en cuestión es consciente ni las personas de su alrededor, en este caso otros miembros de la empresa (jefes, compañeros, etc.)
Una fórmula para saber quién padece este síndrome es hacer test de personalidad. Aunque en muchas ocasiones conociendo la forma de actuar y de ser de la persona se puede intuir. A partir de los test y de la detección del síndrome hay que poner en marcha el trabajo individual.
- Conocer las emociones de uno mismo.
- Analizar los miedos e inseguridades.
- Ser conscientes de los logros que uno consigue.
- Aprender a reconocer los méritos y si es posible, darlos a conocer a otras personas.
- Ser capaz de no compararse con el resto. Uno es como es y los avances de uno mismo son los más importantes.