La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) han expresado su satisfacción y agradecimiento tras el rechazo a la reducción de jornada, por parte del Congreso de los Diputados, del proyecto de ley que pretendía reducir la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5 horas. En un comunicado conjunto difundido este miércoles, las patronales consideran que dicha decisión parlamentaria era “plenamente coherente con la ausencia de resultados en el diálogo social”.
La reducción de jornada y el papel de la negociación colectiva
Según CEOE y CEPYME, la iniciativa gubernamental —impulsada para mejorar la conciliación, la calidad de vida laboral y otros derechos como el registro de jornada y la desconexión digital— se apartaba de lo que deben ser los cauces habituales en España para abordar cuestiones laborales esenciales: la negociación colectiva y el diálogo social sectorial.
En su valoración, las organizaciones advierten de que una reducción de jornada impuesta sin tener en cuenta la diversidad del tejido productivo, especialmente las pymes y los autónomos, habría generado “problemas organizativos, menor productividad, más costes, una menor calidad de los servicios, y un menor atractivo para la inversión”. Destacan también que en el contexto actual la dificultad para cubrir vacantes laborales aumentaría estos costes y riesgos.
Asimismo, tanto CEOE como CEPYME subrayan que la mejora de las condiciones de trabajo debe canalizarse mediante acuerdos negociados entre trabajadores y empresarios, “equilibrando las necesidades de empresas y trabajadores”. Según ellas, dicha vía ha sido el pilar del progreso social y la estabilidad laboral en los últimos cuarenta años en España.
El comunicado critica la intervención directa del Ministerio de Trabajo para legislar sobre materias que, en su opinión, ya están contempladas en los convenios colectivos. Para CEOE y CEPYME, permitir que un ministerio fije condiciones laborales que normalmente se pactan entre los interlocutores sociales debilita los mecanismos fundamentales de diálogo y puede erosionar la convivencia institucional.
Llamamiento empresarial tras el rechazo
Finalmente, ambas organizaciones hacen un llamamiento a retomar cuanto antes las mesas de negociación colectiva, que consideran ralentizadas por lo que llaman una “insistente injerencia” del Ministerio de Trabajo. El objetivo, dicen, es restablecer los cauces tradicionales de consenso, diálogo y acuerdo, evitando decisiones legislativas unilaterales sobre asuntos laborales.