Casi el 60% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas ha sido víctima de un ciberataque en 2025, según el Informe de Ciberpreparación 2025 de Hiscox. Más de la mitad de estas empresas experimentó hasta diez incidentes durante el mismo período, lo que evidencia la creciente vulnerabilidad del sector ante amenazas digitales cada vez más sofisticadas.
Principales preocupaciones de las pymes ante un ciberataque en 2025
Los ciberataques se mantienen como la principal amenaza para las pymes españolas, identificados como el mayor riesgo por el 39% de las compañías. La gestión de datos internos y de clientes preocupa al 37% de las empresas, mientras que los constantes cambios regulatorios en ciberseguridad afectan al 36%. Además, un 34% de las pymes considera que los ataques pueden minar la confianza del personal y alterar la cultura interna de la organización, generando un impacto más allá del plano técnico.
Impacto operativo y financiero
El 38% de las pymes reportó que los incidentes afectaron su rendimiento y capacidad operativa, y el 36% indicó que la gravedad de los ataques llegó a poner en riesgo su solvencia. Las sanciones económicas afectaron al 33% de las empresas, mientras que el 31% asumió costes derivados de notificaciones obligatorias a clientes. Estos efectos reflejan que un ciberataque puede comprometer tanto la estabilidad económica como la operativa de las compañías.
Reputación y relaciones comerciales tras un ciberataque en 2025
Los ataques también impactaron en la reputación y las relaciones comerciales: el 29% de las pymes sufrió mala publicidad, el 28% tuvo dificultades para captar nuevos clientes, y el 25% perdió socios comerciales. Además, el 27% registró brechas de seguridad que afectaron a terceros, y el 22% reportó pérdida directa de clientes. Estos datos subrayan que los efectos de un ciberataque en 2025 se extienden mucho más allá del daño técnico o financiero, influyendo en la percepción externa y en la confianza de los socios comerciales.
El informe muestra que la sofisticación creciente de los ciberataques y la dependencia digital de las pymes han convertido estos incidentes en un riesgo crítico para la continuidad del negocio, que requiere una atención cada vez más estratégica y preventiva por parte de las empresas.

