Los dividendos de las empresas son los beneficios que esta consigue durante su funcionamiento. Estos dividendos se utilizan para devolver a los accionistas el capital invertido. Estos activos pueden repartirse tanto en efectivo como en acciones. Vamos a ver cómo se reparten los beneficios de una empresa.
Cobro del dividendo en efectivo
En el caso de optar por un dividendo en efectivo, la empresa deberá pagar una parte de los beneficios que haya obtenido a los accionistas. Desde Self Bank explican lo que esto supone para la empresa: el dinero deja de ser suyo en el momento en que se transfiere a los accionistas. Esto supone que el valor que tiene esta empresa en bolsa debería bajar en la misma medida que la cantidad que reparte a los accionistas, ya que se trata de dinero que deja de tener y, por tanto, su valor es inferior.
Sin embargo, no todo es positivo. Los accionistas cuando deciden cobrar el dinero que les corresponden deben pagar impuestos. Es decir, deben declarar el dinero recibido por dividendos en la declaración del IRPF. En España te retendrán el 19% del dividendo.
Cobro del dividendo en acciones
Sin embargo, al contrario de lo que sucede cuando lo cogemos en efectivo, cuando decidimos que queremos el dividendo en acciones, aumentan las acciones de la empresa. Esto se deba a que se reparte de manera proporcional entre los socios, sin que el capital abandone la compañía.
Aun así, esto no hace que crezca el valor de la compañía. Lo único que sucede es que dicho valor se reparte entre el número total de acciones. Sin embargo, no existe revalorización al finalizar dicho reparto.
Cómo dividir los beneficios de una empresa
Antes de comenzar a repartir los dividendos hay que saber que esto se hará en función del capital social que posean los socios. Es precisamente en la junta general de socios donde se decidirá el importe del dividendo por acción a repartir.
Para poder contabilizarlo será necesario estudiar la reserva legal cubierta y el equilibrio patrimonial. Además, la empresa no deberá tener pérdidas en los ejercicios anteriores sin compensar. En el caso de la inversión en I+D, esta deberá ser igual al dedicado a reservas.
En el caso de existir fondo de comercio en el balance de la sociedad, habrá que dedicar un 5% del resultado a dicho concepto.