Octubre ha cerrado con un incremento de 9.142 trabajadores por cuenta propia. Un dato que refuerza el repunte del empleo autónomo, aunque evidencia también una brecha creciente entre territorios y sectores. Según los registros del Ministerio de Trabajo y Economía Social, diez comunidades autónomas lograron sumar nuevos cotizantes al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Mientras que otras siete siguen encadenando casi tres años consecutivos de descensos, especialmente en áreas rurales.
El balance general de empleo muestra contrastes. Aunque la Seguridad Social incorporó 141.926 afiliados y el paro aumentó en 22.101 personas, la evolución del trabajo autónomo fue positiva, impulsada sobre todo por el sector educativo, que añadió cerca de 4.900 nuevos profesionales. Este aumento, habitual cada octubre, se produce por el inicio del curso escolar.
Sin embargo, desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), su presidente Lorenzo Amor advierte de un contexto complejo para los pequeños negocios. “Los autónomos se enfrentan a más cargas y trabas que dificultan no solo la creación de empleo, sino también su mantenimiento”, señaló.
Amor subraya que el deterioro del empleo en los pueblos está afectando directamente a la cohesión social: “Cuando desaparece un autónomo, desaparece parte de la vida en el territorio”. Las zonas rurales, con un fuerte peso del trabajo por cuenta propia, concentran la mayor pérdida de afiliados.
Los sectores tradicionales son los más castigados. El comercio encabeza la caída, con una media de 25 autónomos menos al día en lo que va de 2025, lo que supone una reducción acumulada de más de 10.600 profesionales desde enero. En términos interanuales, la cifra asciende a más de 13.000. También registran descensos la industria, la agricultura y el transporte, con pérdidas de 1.517, 1.778 y 4.104 autónomos, respectivamente.
En contraposición, los nuevos nichos profesionales, especialmente aquellos sin establecimiento físico ni despacho, están mostrando una tendencia expansiva, lo que evidencia un cambio estructural en el modelo de autoempleo en España.
A pesar de los récords en número total de autónomos, ATA alerta de que el crecimiento sigue siendo desigual. Y, advierte del riesgo de despoblación y pérdida de tejido productivo en buena parte del territorio.

