Las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME han planteado al Gobierno español un aumento del SMI para 2026 del 1,5% para el año 2026, lo que situaría la retribución mínima en 1.202 euros brutos al mes en 14 pagas, equivalentes a 16.824 euros anuales, y no exentos de tributación por IRPF. Así lo recoge el comunicado conjunto aprobado por el Comité Ejecutivo extraordinario de ambas patronales el pasado 9 de diciembre en Madrid.
Propuesta empresarial para el aumento del SMI
La propuesta empresarial se basa en la interpretación de los datos oficiales de la Encuesta de Población Activa (EPA), que, a su juicio, indica que el SMI ya ha superado el 60% del salario medio neto, el umbral que tradicionalmente se utiliza como referencia para fijar el mínimo interprofesional según criterio del Ministerio de Trabajo. Las patronales critican que la otra estadística empleada en el debate, la Encuesta de Estructura Salarial (EES), no incluye determinados sectores intensivos en mano de obra, como agricultura o servicios domésticos, lo que, a su entender, “sobredimensiona” el salario medio y dificulta una valoración real del peso del SMI.
Pese a señalar que, bajo indicadores alternativos, “no cabría realizar ninguna revalorización”, CEOE y CEPYME han optado por formalizar ese aumento del 1,5%, alineándolo con la subida prevista para los empleados públicos para 2026 y con los objetivos de la Directiva Europea de Salarios Mínimos, que promueve niveles dignos de vida, reducción de la pobreza laboral y fomento de la negociación colectiva. Además, condicionan la aplicación de este incremento “al cumplimiento de las reglas de absorción y compensación” del Estatuto de los Trabajadores, un aspecto que suele generar controversia en la negociación salarial.
La reacción sindical no se ha hecho esperar. Las principales centrales, UGT y CCOO, han planteado cifras mucho más elevadas, proponiendo un incremento de hasta el 7,5%, lo que situaría el SMI en 1.273 euros mensuales, especialmente si se mantiene la idea de que el salario mínimo comience a tributar por IRPF, como también se ha debatido en círculos oficiales y mediáticos.
Impacto y próximos pasos
Este choque de posiciones refleja la complejidad del diálogo social en España en un contexto de inflación moderada y de debates sobre la equidad salarial. Mientras los empresarios buscan un enfoque cauteloso que minimice impactos en costes laborales, los sindicatos reclaman un crecimiento más ambicioso que compense la pérdida de poder adquisitivo y mejore las condiciones de los trabajadores con remuneraciones más bajas. La negociación formal con el Ejecutivo y con los agentes sociales está prevista para las próximas semanas, y se espera que el Ministerio de Trabajo utilice estos documentos como base para decidir el aumento del SMI para 2026.

