El mercado laboral español cerró agosto con un retroceso en la afiliación a la Seguridad Social de 199.300 personas, un dato negativo aunque habitual en este mes de final del verano. Tras este ajuste, el número total de afiliados se sitúa en 21,66 millones, lo que supone un crecimiento interanual del 2,25%.
El comportamiento fue desigual entre sectores. El agropecuario volvió a perder empleo con una caída del 0,6% interanual (6.300 afiliados menos) y acumula 47 meses de descensos en los últimos cuatro años. Desde 2019, este sector ha reducido su base laboral en un 8,9%, equivalente a 96.300 puestos de trabajo.
En cambio, la construcción lideró la creación de empleo con un avance del 3,5% y 48.900 afiliados más, el mejor dato desde 2023. También la industria mostró un aumento del 1,7% (41.600 empleos), mientras que los servicios aportaron 392.600 puestos con un crecimiento del 2,4%.
En paralelo, el paro registrado aumentó en 21.905 personas, situando el número total de desempleados en 2,42 millones.
Pymes y micropymes, clave en la creación de empleo
Ante estas cifras, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) subrayó el papel de las compañías privadas en la creación de puestos de trabajo. El empleo privado creció un 2,3% interanual, con 411.300 nuevos empleos, una evolución por encima de la media general.
No obstante, la organización advierte que el tejido empresarial, en especial pymes y micropymes, sufre un entorno de costes crecientes, exceso de burocracia y elevada incertidumbre. Estas dificultades limitan su competitividad y capacidad para generar empleo estable.
CEPYME alertó además sobre la proliferación de normativas que incrementan los gastos fijos y complican la actividad de las empresas más pequeñas. Según sus datos, en julio de 2025 había cerca de 20.000 micropymes menos que en el mismo mes de 2019, lo que refleja la fragilidad del segmento.
Por ello, la patronal insiste en la necesidad de reforzar el papel de las pymes y micropymes como motor de crecimiento económico. Consolidar su actividad y favorecer su expansión, señala CEPYME, es clave para sostener el empleo en España, mejorar la competitividad y garantizar el bienestar social.