Según el informe más reciente del Observatorio de Competitividad Empresarial de la Cámara de Comercio de España, más de tres cuartas partes de las empresas españolas han emprendido un proceso de transformación en la última década para conservar o mejorar su competitividad. Según el estudio, ese porcentaje alcanza el 76,3 % para el total de empresas, y sube al 87 % entre las medianas y grandes compañías.
El análisis, que se basa en una encuesta a 1.765 empresas de distintos tamaños y sectores, destaca que la adopción de nuevas tecnologías es valorada por las empresas como la palanca más importante para impulsar su modelo de negocio, con una puntuación media de 4,12 sobre 5. Le siguen la innovación para adaptarse a nuevas preferencias de los consumidores (3,90) y la gestión del talento (3,62).
Nuevas tecnologías: la clave de la transformación empresarial
El informe también revela que la intensidad de la transformación digital varía según el tamaño de la empresa y el sector al que pertenecen. El 38,5 % de las microempresas (menos de 10 trabajadores) considera que su transformación ha sido “absolutamente necesaria”. Al 59 % para las compañías de más de 249 trabajadores.
Por sectores, la industria ocupa el primer lugar en cuanto a necesidad de un cambio profundo (49,8 %). Mientras que la construcción es el sector donde menor proporción de empresas ha acometido transformaciones globales (36,1 %).
Obstáculos que siguen frenando la transformación
A pesar del avance, aún persisten barreras importantes para muchas empresas. El entorno económico-empresarial aparece como el principal reto (54,5 %), seguido por la incertidumbre sobre el retorno de la inversión (39,8 %), la escasez de talento cualificado (37,1 %) y el cumplimiento de regulaciones (34,5 %).
Fondos europeos, aliado pero con matices
El informe indica que el 79,5 % de las empresas son conscientes de los fondos del plan Next Generation EU, porcentaje que sube al 97 % entre las grandes compañías. Sin embargo, la percepción de su utilidad es más dividida: aproximadamente la mitad considera que estos fondos han tenido un impacto favorable en la transformación empresarial, mientras que la otra mitad estima que no han contribuido de forma significativa. Además, el impacto percibido es menor en empresas con mayor tamaño y en el sector industrial, en comparación con el comercio.

