Un reciente estudio de Declarando, ha detectado que el proceso de facturación es el área donde los autónomos cometen más errores fiscales, lo que puede acarrear consecuencias significativas tanto para quienes emiten las facturas como para quienes las reciben. Según el informe, basado en el análisis de miles de operaciones realizadas por profesionales por cuenta propia, los fallos más habituales se concentran en la gestión del IVA, la retención de IRPF, la omisión de datos obligatorios y la incorrecta aplicación de regímenes especiales o exenciones fiscales.
Errores frecuentes con el IVA en la facturación
Uno de los fallos más habituales se produce al aplicar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Muchos autónomos aplican IVA en operaciones intracomunitarias cuando, en realidad, estas deberían estar exentas si tanto el emisor como el cliente están registrados como operadores intracomunitarios. También es común que no se aplique IVA en servicios que deberían llevarlo, por una mala interpretación de dónde se localiza fiscalmente la operación.
Otros errores incluyen aplicar un tipo de IVA incorrecto (por ejemplo, el tipo reducido en lugar del general) o no tener en cuenta la figura de la inversión del sujeto pasivo, en la que el emisor no debe aplicar IVA pero sí hacer constar esta circunstancia en la factura. Cualquiera de estos errores puede derivar en liquidaciones complementarias, intereses de demora y posibles sanciones.
Fallos con el IRPF
El estudio también destaca la incorrecta aplicación del IRPF como otro foco habitual de errores. Estos pueden deberse a una mala clasificación de la actividad, a deducciones mal calculadas o al uso de tipos impositivos inadecuados. Si no se aplica correctamente la retención correspondiente en la factura, el autónomo puede enfrentarse a una mayor carga tributaria en la declaración anual o a requerimientos por parte de la Administración Tributaria.
Datos obligatorios omitidos o erróneos
Muchas facturas emitidas por autónomos carecen de información clave como el NIF del cliente (cuando es obligatorio), la fecha de emisión, el número de factura, o un desglose correcto de la base imponible y las cuotas de impuestos. La omisión de estos elementos puede invalidar el documento fiscalmente, afectando tanto al emisor como al receptor, que podrían no poder deducirse los importes facturados.
Exenciones y regímenes especiales mal aplicados en la facturación
Las exenciones fiscales y los regímenes especiales —como el régimen de recargo de equivalencia, el régimen simplificado o el criterio de caja— requieren una aplicación precisa y conforme a la normativa. El desconocimiento de las condiciones necesarias para acogerse a estos regímenes o una interpretación errónea de la normativa provoca numerosos errores. Estos pueden traducirse en liquidaciones indebidas, la pérdida de beneficios fiscales e incluso sanciones si la Agencia Tributaria considera que hubo negligencia.
El informe concluye que el riesgo fiscal de los autónomos se concentra, en gran medida, en el momento de emitir sus facturas. Prestar atención a los detalles y conocer bien la normativa aplicable en cada situación es clave para evitar errores que pueden tener un coste económico elevado.