El Gobierno ha aprobado un nuevo calendario para la obligatoriedad del sistema de facturación electrónica VeriFactu, tras la publicación el 3 de diciembre de 2025 en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Esta normativa, diseñada para garantizar la trazabilidad, integridad y autenticidad de las facturas emitidas por empresas y profesionales, verá su puesta en marcha finalmente en 2027.
Nuevas fechas de implantación
Según el nuevo calendario, las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades tendrán que adoptar VeriFactu a partir del 1 de enero de 2027, mientras que para autónomos y pequeñas y medianas empresas sin sociedades la fecha límite será el 1 de julio de 2027. Esta decisión supone un retraso de un año en comparación con el plan original.
Aunque el aplazamiento modifica únicamente el cronograma, el objetivo de la normativa permanece intacto: promover una facturación electrónica más segura, transparente y digitalizada en todo el tejido empresarial. En ese sentido, el uso de un sistema informático de facturación certificado será obligatorio, sea bajo el modelo VeriFactu o conforme a los requisitos generales de facturación electrónica (SIF).
Para muchas empresas y autónomos, este aplazamiento representa una oportunidad valiosa: disponen de más tiempo para preparar sus sistemas, evaluar soluciones de software compatibles y organizar internamente sus procesos de facturación, contabilidad y relación con asesorías. Por otro lado, aquellos que ya habían iniciado la adaptación tendrán que revisar sus planes y considerar si mantener su sistema actual o ajustar la migración pensando en 2027.
Una oportunidad para planificar la transición a VeriFactu
El retraso no debe interpretarse como un abandono de la medida, sino como una fase de transición más amplia. El marco técnico definido por el Real Decreto 1007/2023, que regula los requisitos de los programas de facturación, como la imposibilidad de modificar una factura tras su emisión, la generación de un identificador único, o el envío en tiempo real a la administración, sigue vigente.
Para quienes aún gestionan sus facturas de modo tradicional (con papel, Excel, Word o métodos manuales), este aplazamiento debería servir de aviso: la digitalización ya no es una opción, sino una obligación futura. Aprovechar estos meses para planificar cambios puede evitar problemas de adaptación apresurada y sanciones. En definitiva, con el nuevo calendario oficial aprobado, VeriFactu deja de ser una urgencia para 2026, pero su llegada en 2027 se mantiene firme. Empresas, pymes, autónomos y asesorías disponen ahora de un margen extra para prepararse con calma y afrontar el cambio normativo con las garantías técnicas necesarias.

