Los autónomos en España deben cumplir con diversas obligaciones fiscales que incluyen impuestos y cotizaciones sociales. A continuación, se detallan los principales tributos que afectan a los trabajadores por cuenta propia en 2025.
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
Este impuesto grava los rendimientos obtenidos por el autónomo a través de su actividad económica. El IRPF es progresivo, lo que significa que la cuota aumenta conforme se incrementan los ingresos. Los autónomos pueden tributar bajo tres regímenes: estimación directa simplificada, estimación directa normal y estimación objetiva (módulos), dependiendo de su actividad y volumen de ingresos. Las declaraciones se presentan trimestralmente mediante los modelos 130 o 131, y se realiza un ajuste anual en la Declaración de la Renta.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El IVA es un impuesto indirecto que recae sobre el consumidor final, pero el autónomo actúa como intermediario en su gestión. Este tributo se aplica a la mayoría de bienes y servicios, con tipos impositivos generales del 21%, reducidos del 10% y superreducidos del 4% para ciertos productos. El autónomo debe declarar y liquidar el IVA trimestralmente mediante el modelo 303, realizando una regularización anual en el modelo 390.
Cuota de autónomos
Aunque no es un impuesto, la cuota mensual al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) es una obligación ineludible. Desde 2023, el sistema de cotización se basa en los ingresos reales del autónomo, con 15 tramos que oscilan entre 670 y 6.000 euros mensuales. Las nuevas cuotas varían entre 200 y 590 euros, y los autónomos pueden modificar su base de cotización hasta seis veces al año. Además, se aplica un incremento del 0,8% por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE)
Este impuesto recae sobre el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas. Los autónomos están exentos de pagar el IAE si su cifra de negocios anual no supera los 1 millón de euros. En caso contrario, deben presentar el modelo 840, aunque la cuota a abonar puede ser mínima o incluso nula dependiendo de la actividad y el municipio.
Otros impuestos y obligaciones fiscales
Además de los impuestos mencionados, los autónomos deben llevar una contabilidad ordenada, conservar facturas y justificantes de gastos, y presentar las declaraciones correspondientes en los plazos establecidos. El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear sanciones y recargos por parte de la Agencia Tributaria.
Es fundamental que los autónomos se mantengan informados sobre sus obligaciones fiscales y, en caso de duda, consulten con un asesor fiscal para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente.