El mercado laboral español cerró agosto con un fuerte retroceso tanto en empleo como en afiliación de autónomos, confirmando así el carácter estacional negativo del mes, aunque con una intensidad mayor que en ejercicios anteriores. Según los últimos datos de la Seguridad Social, hubo una notable destrucción de empleo. El país perdió 199.300 afiliados, lo que equivale a 6.429 puestos de trabajo menos cada día. Se trata del peor agosto desde 2019.
En paralelo, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) también experimentó un descenso significativo. El número de profesionales por cuenta propia cayó en 10.135 personas respecto a julio, lo que supone una media de 279 autónomos menos diarios. El colectivo pasó de 3.381.485 afiliados en julio a 3.371.350 en agosto. Este retroceso supera al registrado el mes anterior, cuando se perdieron 7.286 autónomos.
El desempleo, por su parte, aumentó en 21.905 personas, elevando la cifra total de parados a 2.426.511. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, calificó estos datos de “preocupantes” y advirtió de la fragilidad del tejido empresarial: “Llevamos seis años sin alcanzar los 1,5 millones de empresas cotizantes que teníamos en 2019. Hoy contamos con 53.000 menos”, señaló.
Un agosto marcado por la destrucción de empleo
Todas las comunidades autónomas registraron caídas en el número de autónomos. Madrid (-2.170), Cataluña (-1.572) y Andalucía (-1.346) lideraron la pérdida en cifras absolutas, mientras que en términos relativos destacaron Madrid y Extremadura, ambas con un descenso del 0,5%. Murcia, con un -0,4%, también mostró una evolución negativa.
El fenómeno no se limita a los autónomos. La destrucción de empleo afectó de forma generalizada al conjunto del mercado laboral, evidenciando la debilidad estructural del verano español, donde el fin de la temporada turística suele traducirse en miles de bajas en la Seguridad Social.
Amor subrayó que la presión regulatoria está lastrando a un colectivo que históricamente ha sido motor de empleo. En particular, criticó las iniciativas del Gobierno como la reducción de jornada o el registro horario que , a su juicio, suponen un obstáculo añadido para mantener a flote pequeñas empresas y empleos dependientes de los autónomos.
No obstante, en la comparación interanual, la afiliación autónoma mantiene un ligero saldo positivo. En el último año se han sumado 34.361 trabajadores por cuenta propia, gracias sobre todo a nueve comunidades que han mostrado capacidad de generar empleo autónomo.
El balance confirma que, aunque la tendencia anual ofrece un respiro, la coyuntura a corto plazo plantea serios desafíos para un mercado laboral que sigue mostrando una elevada vulnerabilidad en los meses de verano.