Carlos Molina del Río, ingeniero de telecomunicaciones, fundador de MultiVersial y una de las voces más críticas y realistas en el mundo del emprendimiento digital. En su nuevo libro, Las cinco mentiras de Silicon Valley, Carlos desmonta algunos de los mitos más extendidos en el ecosistema startup, como la obsesión por la «gran idea» o el supuesto éxito de la noche a la mañana.
En esta entrevista, exploraremos las principales trampas en las que caen los emprendedores, alternativas más sostenibles al modelo de Silicon Valley y las claves para construir un negocio con los pies en la tierra.
- ¿Qué motivó la escritura de Las Cinco Mentiras de Silicon Valley?
Llevo cinco años escribiendo la newsletter de Multiversial, y en ese tiempo muchos lectores se me han acercado con preguntas sobre emprendimiento. Al recopilar esas dudas, identifiqué cinco problemas recurrentes. Primero preparé una charla sobre el tema, y luego esa charla evolucionó hasta convertirse en este libro.
- ¿Cómo crees que la narrativa del «éxito de la noche a la mañana» sigue afectando a los emprendedores actuales?
El principal problema es la frustración. Mucha gente cree que en seis meses puede lograr lo que, en realidad, toma seis años. Esto distorsiona la percepción del éxito, del esfuerzo necesario y, lo más peligroso, altera las prioridades durante la construcción del negocio. Un ejemplo claro es descuidar el Product-Market Fit: primero hay que entender bien el problema antes de encontrar la solución adecuada. Y esto, normalmente, requiere muchos intentos fallidos antes de dar con la respuesta correcta.
- En el libro cuestionas la idea de que el éxito depende únicamente de una gran idea. ¿Cómo pueden los emprendedores evitar esta trampa?
La clave es enamorarse del problema del cliente, no de la solución. Si te obsesionas con una idea, se convierte en «tu bebé» y nunca quieres soltarla, incluso cuando no funciona. En cambio, si tu foco está en resolver el problema, estarás dispuesto a abandonar un enfoque y probar otro sin ataduras emocionales.
- Silicon Valley ha sido el referente mundial del emprendimiento, pero ¿existen modelos alternativos más realistas?
El problema no es solo que Silicon Valley sea el referente mundial del emprendimiento, sino que es el único que ha sabido construir una narrativa global. Existen miles de empresas rentables en todo el mundo que podrían ser referentes, pero no se hacen películas sobre ellas. Parece que si no creas una startup tecnológica que crece exponencialmente cada seis semanas y lo logras antes de los 23 años, no has tenido éxito.
- Tu experiencia con 89Bits te dejó muchas lecciones. ¿Cuál fue la más valiosa y cómo la aplicaste en MultiVersial?
La lección más valiosa fue no delegar la venta en otros. Con 89Bits pensé que los socios estratégicos me ayudarían con la adquisición de clientes, pero esa estrategia rara vez funciona. Añade después la clásica mentira de «si haces un buen producto, los clientes vendrán solos». Aprendí que no basta con construir algo excepcional, hay que remangarse y hacerse responsable de la captación de usuarios y clientes.
ayudarían con la adquisición de clientes, pero esa estrategia rara vez funciona. Es la clásica mentira de «si haces un buen producto, los clientes vendrán solos». Aprendí que no basta con construir algo excepcional, hay que remangarse y hacerse responsable de la captación de usuarios y clientes.
- En un ecosistema donde el venture capital parece la única vía, ¿qué alternativas reales tienen los emprendedores?
Levantar rondas de inversión sólo tiene sentido en el escenario de una industria que está «naciendo» y crece exponencialmente. Pero ese no siempre es el escenario donde tu estás construyendo tu startup. Tienes que tener claro que el inversor ve tu startup como una caja negra donde entra 1€ de inversión y salen dos de beneficio. Tienes que conseguir eso a gran escala.
Una alternativa es construir el negocio mientras trabajas en otra empresa, probando en pequeño antes de hacer un salto completo.
Los inversores diversifican su riesgo apostando por muchas startups, pero los emprendedores que lo apuestan todo a una sola carta están comprometiendo 3-5 años de su vida en un solo proyecto. Hacer experimentos controlados permite reducir ese riesgo.
- ¿Qué consejo darías a alguien que está empezando en el mundo del emprendimiento digital?
Que se enamore de problemas de clientes que conoce de primera mano. Yo cometí el error de empezar un videojuego sin haber trabajado antes en la industria, y pasé dos años aprendiendo a base de errores.
Si hubiera trabajado unos meses en otra empresa del sector de videojuegos, habría aprendido mucho más rápido y con menos riesgo. No montes un bar, si te gusta ir de bares, si no has trabajado nunca en uno.
- ¿Qué impacto esperas que tenga este libro en quienes están pensando en lanzar su propio negocio?
Lo que más me gustaría es que el lector se haga preguntas clave:
• ¿Qué significa el éxito para mí?
• ¿Cuánta independencia quiero tener con mi negocio en el futuro?
•¿Cuáles son mis prioridades?
Responderlas cambia la forma en la que tomas decisiones. En el libro explico los errores más comunes y las «leches» que te puedes pegar en función del camino que tomes. También muestro opciones que quizás no consideres si solo te has guiado por la narrativa de Silicon Valley o las películas de Hollywood.