Desde comienzos de 2025, los trabajadores autónomos en España encuentran una novedad relevante. Las autoridades han habilitado un servicio específico para orientar a estos profesionales sobre la transición hacia la clasificación CNAE actualizada. Esta iniciativa pretende despejar dudas sobre qué código corresponde a cada actividad, evitando errores que puedan afectar cotizaciones, derechos o rendimientos fiscales.
Qué es el CNAE y por qué es importante para los autónomos
El sistema CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) funciona como un identificador oficial para cada actividad económica. Esa codificación no es simplemente un dato administrativo. Impacta directamente en la tributación, en las obligaciones ante la Seguridad Social, en la determinación de primas por riesgos laborales o enfermedades profesionales, así como en el acceso a ayudas sectoriales. Un código incorrecto puede desencadenar desde cotizaciones mal calculadas hasta sanciones fiscales.
En esta reforma se abandona la versión CNAE-2009 para adoptar una nueva edición que se alinea más con la realidad económica contemporánea, incorporando sectores emergentes como el comercio electrónico, nuevas modalidades de servicios y actividades que antes no estaban contempladas con precisión. Si el código actual del autónomo puede relacionarse claramente con uno nuevo, la actualización se hace de forma automática. No obstante, en casos más complejos, por ejemplo, cuando una actividad pueda encajar en varias categorías o no tenga una equivalencia directa, el autónomo debe intervenir para elegir el código que mejor refleje su actividad principal.
Ese proceso se puede realizar a través de un portal online oficial. En el cual, cada trabajador por cuenta propia tiene un “área personal” y acceso a trámites de altas, bajas y modificaciones. Ahí puede revisar qué código CNAE le fue asignado automáticamente o realizar el cambio él mismo si es necesario. Utilizando métodos de autenticación confiables, como el sistema Cl@ve u otros mecanismos oficialmente reconocidos.
Plazos y recomendaciones
Aunque la norma fue publicada ya a comienzos de 2025, el cambio práctico no se hará efectivo hasta el 1 de enero de 2026. Durante todo el año 2025 rige un periodo transitorio, que permite a los autónomos examinar su situación, ajustar el código si corresponde y evitar perjuicios al entrar en vigor la nueva clasificación. Se busca con ello una transición ordenada y sin desajustes en las cotizaciones, seguros sociales o informes fiscales.
Para acompañar este proceso, se está desarrollando una campaña comunicativa dirigida a los autónomos y sus representantes: se envían notificaciones directas cuando los datos de contacto están disponibles, y también se publican avisos en el portal oficial. Se insiste además en la precaución frente a comunicaciones fraudulentas, recordando que toda información oficial provendrá únicamente de fuentes institucionales legítimas.

