Desde 2021, las microempresas españolas han experimentado un incremento acumulado del 25,1% en sus costes laborales, según datos recientes de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME). Este aumento supera en seis puntos porcentuales al registrado por las empresas medianas en el mismo periodo.
El presidente de CEPYME, Gerardo Cuerva, ha expresado su preocupación por la sostenibilidad de las pequeñas empresas ante estos incrementos, señalando que «no hay más margen para seguir experimentando con la pyme». Además, ha destacado que el crecimiento de las ventas no es suficiente para mantener la rentabilidad de estas empresas.
La productividad de las pymes sigue siendo inferior a la registrada antes de la crisis sanitaria, con una disminución del 3,6% en comparación con su mejor dato en el tercer trimestre de 2022. A pesar del aumento de las ventas, la rentabilidad bruta ajustada por inflación es un 15,4% menor que en la prepandemia en las pequeñas empresas, frente al 10,4% en las medianas.
Medidas para incrementar los costes laborales
CEPYME solicita que se modulen las medidas que incrementan los costes laborales y las cotizaciones, especialmente para las empresas más vulnerables. Subidas acumulativas del salario mínimo interprofesional (SMI) o una futura reducción de jornada sin variación salarial podrían elevar aún más el peso de los costes laborales en las pymes.
Además, los costes operativos de las pymes son un 24,5% mayores que a finales de 2019. Los insumos, incluyendo bienes intermedios y energía, han aumentado un 34,9% desde la prepandemia, lo que agrava la situación financiera de las pequeñas empresas.
Desde 2019, han desaparecido 11.300 microempresas en España, afectadas por los altos costes, baja productividad y menor rentabilidad. Esta tendencia refleja la vulnerabilidad de las firmas de menor tamaño y la necesidad de medidas que alivien su carga económica para fomentar su crecimiento y sostenibilidad en el mercado.