La tarifa plana invertida es un modelo de pago en el que el coste inicial es alto, pero va disminuyendo a medida que el usuario usa más el servicio. Es diferente a la tarifa plana tradicional, donde se paga una cantidad fija sin importar el consumo.
¿Cómo funciona?
En este sistema, el precio por unidad de uso (como minutos, datos o servicios) se reduce con el tiempo o con el aumento del consumo. Esto motiva a los clientes a utilizar más el servicio para aprovechar los descuentos.
Por ejemplo, en un plan de internet, los primeros gigabytes pueden ser caros, pero a medida que consumes más, el precio por GB baja.
Ventajas de la tarifa plana invertida
- Ahorro progresivo. Cuanto más se usa el servicio, menos se paga por unidad.
- Fidelización del cliente. Las empresas premian a los usuarios frecuentes con mejores precios.
- Beneficio para empresas. Garantiza ingresos iniciales y fomenta el uso continuo.
Tarifa plana invertida en autónomos
La tarifa plana invertida también se aplica a los autónomos, especialmente en el ámbito de las cotizaciones a la Seguridad Social en algunos países, como España.
Este modelo se ha utilizado en algunos sistemas de cotización, donde los nuevos autónomos comienzan pagando una cuota reducida y esta aumenta progresivamente con el tiempo.
- Al darse de alta, un autónomo puede pagar una cuota reducida durante los primeros meses (conocida como «tarifa plana»).
- Con el tiempo, la cuota sube de forma escalonada hasta alcanzar el importe completo de cotización.
¿Por qué se aplica este modelo?
- Facilita el inicio de actividad. Reduce la carga económica en los primeros meses.
- Permite adaptación progresiva. El autónomo paga más cuando su negocio ya está en marcha y generando ingresos.
- Fomenta el emprendimiento. Es un incentivo para que más personas se animen a trabajar por cuenta propia.
En este caso, la tarifa plana invertida funciona al revés que en telecomunicaciones o suscripciones digitales, ya que empieza baja y sube con el tiempo en lugar de disminuir con el uso.